En unos días hará su debut la última entrega del culebrón espacial más famoso de todos los tiempos. Es momento de repasar la saga desde una perspectiva de taquilla y ver que resultados puede obtener el Episodio IX.
Antes de nada, sin embargo, deberíamos honrar el título de la sección y repasar la taquilla de esta semana con los dos grandes estrenos del momento: Jumanji debuta con 212.6 millones a nivel mundial y podría finalizar su recorrido entre los 700 y 800 millones. Más o menos el triple que Terminator Destino Oscuro o la última entrega de X-Men, Fénix Oscura. En cuanto a la secuela de Frozen, añade 74.8 millones, llega a los 1032.5 millones y sigue aspirando a aterrizar en cifras similares a las de la primera entrega.
Y ahora sí, tras esta rápida introducción, es momento de ponernos en modo Star Wars y repasar la historia en taquilla del mayor fenómeno comercial de todos los tiempos. Y es que el debut doméstico de Una nueva esperanza en mayo de 1977 no fue, inicialmente, digno de su posterior status como film inaugural del llamado fenómeno blockbuster (título que comparte con la anterior Tiburón). Pese una notoria excitación previa, la Fox estrenó el film al modo clásico, pre-blockbuster, en unos pocos cines seleccionados. Dejando un mayor estreno para más adelante. El estudio amplió el estreno en cuanto empezaron a caer varios records y Star Wars pronto se convirtió en el mayor evento cinematográfico del año. Convertido en un fenómeno social nunca visto, ni replicado a posteriori, terminó su recorrido doméstico convertida en la película de mayor éxito de la historia, con unos 272 millones (fácilmente más de 1000 millones en precios actuales). El film se re-estrenó varias veces, en 1978, 1979, 1981, 1982 y 1997. En total acumula 460.9 millones que equivalen a unos 1609.9 actuales. Estamos hablando sólo a nivel doméstico (EEUU + Canadá). Esta primera entrega de la saga vendió más de 100 millones de entradas y es el segundo mayor éxito real de la historia tras Lo que el viento se llevó.
A nivel internacional acumula un total de 775.5 millones, incluyendo también reestrenos. Aunque si ajustamos la cifra es también descomunal (probablemente más de 2000 millones) hay que precisar que, por entonces, pese a ser un éxito absoluto a nivel mundial, incuestionable, no llegó a las cotas domésticas. Patrón que permanecería invariable durante la trilogía clásica.
La secuela, el Episodio V: El imperio contraataca, terminó con 290.2 millones a nivel doméstico y unos 547.8 millones a nivel de taquilla mundial. De nuevo contabilizando todos los estrenos y en cifras de los años 80 y 90. Ajustando vuelve a ofrecer cifras alucinantes: 886.7 millones a nivel doméstico (más que Endgame, por ejemplo) y en la parte alta de los +1000 millones a nivel mundial. El descenso en taquilla en comparación a la entrega anterior responde al tipo de éxito que parte de un fenómeno sociológico en taquilla (igual que en los casos de Superman, Indiana Jones o Parque Jurásico) y en su secuela se produce un abandono del público extra y una concreción del público fiel.
El final de la trilogía llegó en 1983 con el Episodio VI: El retorno del Jedi, una entrega que supuso un aumento en taquilla doméstica, hasta unos extraordinarios 309.3 millones (850.1 millones de hoy en día), de nuevo como combinación de varios estrenos, y unos 475.3 millones a nivel mundial. En este caso se puede ver, con claridad, como el fenómeno se consolidó en Norteamérica pero se debilitó a nivel mundial. No obstante en su territorio de origen rompió dos veces el record de salida en su primer fin de semana y los tres films fueron los número uno del año tanto a nivel doméstico como mundial.
Dieciséis años más tarde se estrenaba la película más anticipada de todos los tiempos: el Episodio I, La amenaza fantasma, rompió records de salida pero, pese a unos extraordinarios +900 millones finales, en línea con la primera entrega de Parque Jurásico, y sólo por debajo del por entonces inalcanzable fenómeno Titanic (junto a la propia Star Wars original y E.T. siguen siendo los tres mayores eventos individuales del blockbuster moderno) hubo cierta sensación de decepción. A nivel doméstico obtuvo unos extraordinarios 431 millones y combinando con el reestreno de 2012 en 3D, subió hasta 474.5 millones domésticos y 1027 mundiales (primer film de la saga en cruzar los 1000 millones sin ajustar). Sin embargo no alcanzó las mastodónticas cifras que uno esperaría ante el, recordemos, film más anticipado de la historia.
Los Episodios II y III, pese a obtener buenas cifras y un recorrido clavado al de la trilogía clásica (descenso en la segunda entrega y recuperación en la tercera) evidenciaron que la saga, pese a haberse convertido en un producto algo más internacional, seguía siendo un mayor evento doméstico. Pero, sobre todo, quedó claro que Star Wars quedaba un escalón por debajo de los dos grandes fenómenos generacionales del momento: Harry Potter y El Señor de los Anillos. Al final el Episodio II logró 649.4 millones (más de 1000 millones actuales) y el Episodio III terminó en 850 millones (probablemente 1200-13000 millones actuales).
Tuvo que llegar la venta más famosa de la historia, la de Lucasfilm a Disney por unos 4000 millones de dólares, para que empezara la anticipación por el Episodio VII: El despertar de la fuerza. En ese caso los niveles fueron muy similares a los del Episodio I y, esta vez sí, la saga se convirtió totalmente en un fenómeno mundial, transversal y amplio: 2068.2 millones y el tercer film de mayor éxito de todos los tiempos. Sin embargo, en un segundo vistazo, se podía constatar que la saga seguía siendo otra historia en casa: el mayor éxito de la historia con 936.6 millones (llegamos hasta a calcular probabilidades de unos inimaginables 1000 millones) con lo que a nivel internacional fue superada, aquel año, por una de las entregas de la saga Fast and Furious.
El Episodio VIII: Los Últimos Jedi siguió el patrón de los Episodios intermedios (V y II), respecto a sus predecesoras (IV y I), aunque con un bajón algo más pronunciado. Los 1332.5 millones en taquilla mundial son una cifra inequívocamente espectacular pero no tanto en los tiempos que corren y todavía menos para la que se supone es una saga del máximo nivel comercial. Y, peor, esa cifra indica una innegable pérdida de interés respecto al episodio anterior. Entonces ¿qué podemos esperar del Episodio IX? Tal y como ya avanzamos en artículos anteriores, un ligero repunte podría considerarse un éxito sólido y paralelo a las recuperaciones de los episodios VI y III respecto a sus predecesoras. Hablamos de unos 1400-1500 millones a nivel mundial. Una repetición de resultados (1300 millones) despertaría dudas acerca del éxito final de la saga en manos de Disney y algo por debajo de esa cifra… Bueno. No nos precipitemos. La próxima semana tendremos muchas, muchísimas pistas de por donde irán los tiros.