Sin Olvido llega como una interesante propuesta que vuelve a poner el ojo sobre el Holocausto, habiéndose llevado varios premios (hasta 7) de la Academia de Cine Eslovaco, entre ellos el de mejor película.
Sin Olvido nos presenta a Ali Ungar, un superviviente judío que perdió a su familia durante el Holocausto, y a Georg, hijo de un oficial de las SS. Ambos se embarcan en un camino que vuelve a recorrer la historia de la Segunda Guerra Mundial y presenta como tema principal una pregunta: ¿Hasta dónde deben cargar los hijos con los pecados de sus padres?
Este es un tema que no resulta en absoluto novedoso, pero que nos ofrece una perspectiva muy interesante para tratar el nexo de unión y el desarrollo de la relación entre Ali y Georg. Ambos tienen personalidades muy diferentes, pero a través de su viaje y de las entrevistas que realizan vamos comprendiendo la naturaleza de cada uno de sus rasgos y las similitudes que hay entre los dos.
Sin Olvido es, a fin de cuentas, una road movie en la que podemos disfrutar de un humor casi trágico y muy humano, que llega sin sobresaltos ni golpes de efecto a través de las vivencias que comparten Georg y Ali en este peculiar viaje. Como conjunto, la película funciona muy bien y a quien le interese la temática sin duda encontrará una cinta bien dirigida y con bastantes virtudes, que aporta una óptica algo diferente a un tópico que se ha tratado hasta la saciedad.
Técnicamente la película es bastante correcta, sin fallos graves ni aciertos realmente reseñables, salvo quizás un par de planos en los que la composición y la fotografía realmente llaman la atención (más por sobresalir en la propia película que por tener una factura memorable). No obstante la cinta tiene algunos fallos importantes en el desarrollo de su guion y personajes. Y esto es algo que, en una cinta que se apoya tanto en los diálogos y en sus protagonistas, no puede pasarse por alto.
Georg es un hombre bastante despierto y astuto, algo que contrasta de forma radical con su desconocimiento casi absoluto de las atrocidades del Reich. Es un detalle que estuvo taladrándome la cabeza durante toda la película y sigo preguntándome cómo es posible que Martin Sulik y Marek Lesdak cometieran un descuido tan notable en el guion. El otro gran error, y esto es algo más personal, es el giro final de la película: no aporta verdaderamente nada y nos hace tener la sensación de que Sin Olvido busca un final sólido y cerrado a toda costa, aunque tenga que pasar por encima de sus personajes y su propia historia.
En general Sin Olvido es una película bastante interesante y más ligera de ver de lo que pueda parecer a priori, dada su temática y enfoque. Sin duda es una cinta recomendable y puede ser una buena elección para una tarde de cine para cualquiera interesado en las películas con temática de la SGM.
Te recordamos nuestra crítica de la primera temporada de Ratched (Netflix) aquí.