Año: 2016 | Dirección: Hugo Gélin | Producción: Vendôme Production / Mars Films / TF1 Films Production / Poisson Rouge Pictures | Guión: Hugo Gélin, Mathieu Oullion, Jean-André Yerles | Música: Rob Simonsen | Fotografía: Nicolas Massart | Reparto: Omar Sy, Clémence Poésy, Antoine Bertrand, Gloria Colston | Género: Comedia, Drama, Remake | Duración: 115 minutos
Mañana empieza Todo llega a los cines como remake francés de aquella película mexicana de título No se aceptan Devoluciones; comedia dramática en el que un vividor madura a través de una niña aparecida que resulta ser su hija, y de la cual se tiene que hacer cargo sin la compañía de la madre, que debido a sus problemas para criarla decide dejar a la niña en la puerta del padre cual Moisés por el río, y desaparecer sin dejar rastro…
Omar Sy da rienda suelta a su habitual carisma como padre inmaduro, y Clémence Poésy da vida a la madre que abandona a su hija y que posteriormente desea recuperar. Además del debut en pantalla de Gloria Colston, toda una sorpresa, situándose entre ambos como la niña…
Omar Sy da rienda suelta a su habitual carisma como padre inmaduro
Para empezar, la película hace bastantes cosas bien y algunas mal. Por un lado, a uno le da la sensación de que los referentes, más allá de la película original, son películas de cotas altas pero también con toques de melodrama pasado de azúcar como pueden ser La Vida es Bella de Benigni o El Chico de Chaplin, ambas muy instaladas en el consciente popular pero con cierta tendencia a la pornografía emocional. Malo si no se mide bien y bueno en las dosis adecuadas. Mañana empieza Todo pasea un poco por ambas, por momentos está en la línea del pentagrama adecuada, y por otros se pasa; aunque todo sea dicho, tiende a la corrección.
En términos de escritura la película es más inteligente que su predecesora y funciona como una imagen especular la primera parte de la segunda, dando lugar a una hora inicial cómica y una hora final dramática, contando lo mismo en una parte que en la siguiente, pasando de la comedia al drama. De esta manera hay secuencias que dialogan entre sí intencionadamente y viran mínimamente al espectador hacia una realidad en la segunda parte que la primera había desatendido en pos del humor, pero en todo caso, funcionando ambas partes bien como un todo.
Añadir además que se producen a nivel superficial un choque de clases y de culturas en los que el director no incide demasiado pero que levantan ciertas sonrisas, e incluso se dan situaciones que basan su eficacia en el metacine, tan de moda en estos años. A nivel formal Mañana empieza Todo, siendo con mucho superior a la original tanto en dirección como en actuaciones, no destaca especialmente, pero tampoco produce rechazo ni sensación de estar viendo una tv movie, lo que ya es un valor en propuestas de este tipo…
Para terminar, una pequeña sugerencia, de estos mismo productores: La Familia Bélier, una pequeña joya a reivindicar entre el gran público.