AÑO: 2017 | TÍTULO ORIGINAL: KINGSMAN: THE GOLDEN CIRCLE | DIRECCIÓN: MATTHEW VAUGHN | PRODUCCIÓN: TWENTIETH CENTURY FOX FILM CORPORATION, MARV FILMS, TSG ENTERTAINMENT | GUIÓN: MATTHEW VAUGHT, JANE GOLDMAN | FOTOGRAFÍA: GEORGE RICHMOND | MÚSICA: HENRY JACKMAN, MATTHEW MARGESON | REPARTO: TARON EGERTON, COLIN FIRTH, JULIANNE MOORE, HALLE BERRY, MARK STRONG, JEFF BRIDGES, CHANNING TATUM, PEDRO PASCAL | GÉNERO: COMEDIA, ACCIÓN, ESPÍAS | DURACIÓN: 141 MINUTOS | ESTRENO: 22 DE SEPTIEMBRE
El próximo 22 de septiembre llega la que está llamada a ser la película del otoño por méritos propios. Lo hace con las mismas reglas que su predecesora, pero cumpliendo a rajatabla la regla sagrada de las segundas partes: lo mismo, sí… pero mejor. Empezando por el reparto; si en la Kingsman de 2014 teníamos a dos estrellas, en El Círculo de Oro tenemos todas. De Colin Firth y Samuel L. Jackson pasamos a Colin Firth, Channing Tatum, Halle Berry, Julianne Moore, Jeff Bridges e incluso un divertidísmo Elton Jonh parodiándose a sí mismo. La única forma de superar esto es rodar en una alfombra roja, en serio.
Kingsman, El Círculo de Oro es todo lo que ya no es Bond
Algo extraño es que Taron Egerton no haya alcanzado ese estatus en estos tres años que separan ambas películas. Marca la pauta, pero seguimos esperando, porque de momento es el protagonista de la (¿saga?) y sigue siendo el menos conocido. Para todos aquellos que hayan visto la primera película y el cartel de esta Kingsman, El Círculo de Oro, les sorprenderá ver a alguien que no debería aparecer. Esto lo han resuelto forzando el guion de una manera bastante torticera, solventando un mismo giro más adelante, parece que estaba todo pensado y formaba parte del plan. No cuela demasiado, pero lo intentan, y se agradece.
ESTRENO; 22 DE SEPTIEMBRE
Las escenas de acción son más largas, más trepidantes, más numerosas… y más mareantes. Las coreografías digitales, a veces falsos planos secuencia son deslumbrantes, pero pasa todo tan rápido y hay tanto movimiento en plano que te llega a turbar (¿es que George Miller no nos ha enseñado nada?). No quiero ni imaginar lo que sería esa película en 3D. ¡Saldrías dando tumbos! Además de una mayor duración, casi un cuarto de hora más que la primera parte. Eso sí, parece que dura un cuarto de hora menos, buena señal.
Mención especial para dos apartados que suelen pasar desapercibidos. Lo primero es el montaje musical, perfectamente adherido a las secuencias de acción. Buena parte del secreto de por qué funciona tan bien el ritmo se lo debe al trabajo sonoro y es de justicia reconocérselo. Segundo es el vestuario. En las cintas de ambientación contemporánea se suele ningunear la labor del figurinista. Es imposible hacerlo en Kingsman, El Círculo Dorado. Teniendo en cuenta que la coartada del servicio secreto es precisamente es ser los sastres de la casa real, tendría delito que el vestuario no fuera mayúsculo. Y lo es. Vaya si lo es.
¿qué tal si miramos a Kingsman como el nuevo referente?
Películas como Kingsman o Espías han recuperado el espíritu de las antiguas películas de la saga Bond. Eran películas luminosas, divertidas, en las que el humor era parte primordial de su identidad. Lujo, sofisticación, un punto decididamente irreal en todo lo que ocurría. Me atrevo a decir que incluso mamarrachas, y por eso triunfaron. Todo eso desapareció desde que Pierce Brosnan dejó la saga. La oscuridad, la parquedad, la gravedad se adueñó del personaje cuando Martin Campbell siguió la estela de El Caso Bourne. El agente 007 es ahora lo que nunca había sido: un personaje sombrío y taciturno.
Kingsman, El Círculo de Oro es todo lo que ya no es Bond. Recupera incluso los gadgets, olvidados por 007 desde Casino Royale. Así que, llegados a este punto, me quiero dirigir a la señora Barbara Broccoli, súper jefaza de la saga Bond. Señora Broccoli, como sé que me está leyendo, le dejo caer la siguiente sugerencia. Ahora que Daniel Craig se va a meter por última vez en la piel del espía secreto y empieza una nueva era… ¿qué tal si miramos a Kingsman como el nuevo referente? ¿Por qué no marcarse un «back to basics»? Y que ni Colin Firth ni nadie pueda decir nunca más que las películas de Bond se han vuelto demasiado serias. Estreno, 22 de septiembre.