La huérfana: primer asesinato, tardía precuela del film de terror casi homónimo de 2009, llega a nuestros cines el próximo viernes 9 de septiembre. Nos preguntamos que ofrece una precuela que no puede, por definición, utilizar el famoso giro final de la original.

Las sagas de terror, especialmente desde los años setenta, ostentan una tradición casi automatizada de aprovechamiento absoluto de la premisa para regalarnos (y a veces, muchas, abofetearnos) innumerables secuelas. Ocurrió en el famoso género slasher (del cual escribimos varios especiales en Cinéfilos Frustrados) y ocurre en la variante más cruda del terror (niños, brujas, fantasmas varios etc) introducidos masivamente allá por el cambio de siglo. La Huérfana, decente éxito de Jaume Collet Serra en 2009, no es ninguna excepción. En este caso en forma de precuela llamada La huérfana: primer asesinato. Pero existe un problema.

En este punto debemos advertir, obviamente, de spoilers de la primera entrega (y ninguno de la precuela que nos ocupa, por supuesto). Así que si ya has visto la entrega original: sigue leyendo.

La huérfana: primer asesinato (01)

Entonces, ¿cuál es ese problema? La huérfana nos endosaba un giro en su trama cuando se nos revelaba que Leena no era en realidad una niña de 9 años sino una adulta de unos 30, aquejada de una enfermedad en su crecimiento. Más allá del éxito de dicha artimaña, y contando con que La huérfana: primer asesinato es una precuela, debemos preguntarnos como van a solventar una precuela cuando el gran giro ya es conocido por el público (siquiera sirve para neófitos: se habla de ello nada más empezar el film en el decente prólogo).

Pues, y sin entrar en spoilers, aplicando un viraje en el punto de vista. En esta precuela vemos la película, o parte de ella, desde el punto de vista de Leena. Descartamos, claro, contar el motivo pero se trata de algo particularmente ingenioso y de nuestro agrado. Probablemente el punto de vista más famoso del género sea la fenomenal intro de Halloween (John Carpenter, 1978) pero, sin duda, se trata de un recurso poco frecuente. Lo normal es que la amenaza (sea monstruo, adulto, niño, fantasma, animal etc) escape a nuestra vista (y de paso se puede aplicar aquella máxima de que siempre están ahí mirando). En este caso Leena dispone de múltiples escenas en soledad y eso está bien. Casi que lo único destacable, en lo positivo, de La huérfana: primer asesinato.

La huérfana: primer asesinato (02)

Bueno, podemos conceder a William Brent Bell (director de la película) un producto final que no llega a pisar en ningún momento el terreno de lo mediocre. Pero como film de terror debemos advertir una alarmante falta de dosis de lo que se supone caracteriza al género; un giro en su tramo medio que no llega en lo sorprendente al de su primer entrega; y en general una atmósfera plana, poco sugerente, que no saca ventaja de la incomodidad social que supone esa asesina adulta con cuerpo infantil.

Finalmente, por si se lo están preguntando, La huérfana: primer asesinato, logra con cierta solvencia que nos creamos que Isabelle Fuhrman siga pasando por una niña merced a un uso mixto de maquillaje y perspectiva forzada. No sería, pues, el mayor problema de una película que tiende rápido al olvido.

La huérfana: primer asesinato, llega a nuestros cines el viernes 9 de septiembre.

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