El actor protagonista de la serie House Of Cards, Kevin Spacey, ha reconocido abiertamente su homosexualidad a través de una publicación vía Twitter en la que se lamenta profundamente hacia Anthony Rapp y comenta que no se acuerda de lo sucedido.
Parece que la tormenta abierta en Hollywood está lejos de extinguirse y cada vez son más las personalidades que saltan a la palestra para enturbiar el ambiente. Lo que empezó con Harvey Weinstein ha dado paso a todo un torrente de celebridades que no tenían su historial limpio, como es el último caso reseñable: el actor Kevin Spacey.
Y es que parece que el protagonista de la serie House Of Cards o películas oscarizadas como American Beauty y The Usual Suspects cometió una acción indeseable en 1986 contra el también actor Anthony Rapp, quien forma parte del cast de Star Trek: Discovery. En aquella época, Spacey tenía 26 años y Rapp 14. Al parecer, según ha comentado el segundo, Spacey se encontraba bajo los efectos del alcohol e intentó mantener relaciones sexuales con él buscando un encuentro íntimo en su apartamento de Manhattan, saliéndole el tiro por la culata. Ahora, Trapp ha manifestado lo sucedido y la respuesta de Spacey nos ha dejado a todos ojipláticos, ya que lejos de negar las acusaciones ha dicho que no se acuerda y, de paso, ha aprovechado para salir del armario en un comunicado publicado vía Twitter.
— Kevin Spacey (@KevinSpacey) 30 de octubre de 2017
En el comunicado, el actor declara sentirse profundamente «horrorizado» por el suceso y afirma no acordarse de él. Además asegura que «Esta historia me ha llevado a abordar otros asuntos sobre mi vida. Ahora elijo vivir como un hombre gay. Quiero afrontar esto de forma honesta y abierta, y eso empieza examinando mi propio comportamiento».
Como era de esperar, la primera parte de su mensaje ha generado oleadas de críticas negativas, que han coincidido en señalar que el alcohol no es una justificación para paliar lo sucedido. Sin embargo, la bola ha corrido hacia otro menester con la segunda parte del mismo. Y es que Spacey no podía haber elegido una forma mejor de declarar su homosexualidad y, a su vez, peor; porque había otras muchas maneras de declarar su homosexualidad. En cualquier caso, parece que la fama y el glamour cada vez más pronunciados que vemos en la gran pantalla se combinan con una disolución de depravación detrás de las cámaras. Una pena.