Julie and the Phantoms se estrena el 10 de SeptJiembre en plena resaca post-vacacional e inmersión en esta extraña vuelta al cole.
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Julie and the Phantoms, remake de la brasileña Julie e os Fantasmas, supone el acercamiento del género musical a los mas pequeños. Sin embargo, la serie tiene algunas dificultades dentro del mercado al que se dirige.
Y es que pese a que la producción, especialmente en lo que a números musicales se refiere ¡Cosa importante cuando estamos hablando del género!, es buena… no tiene nada de reseñable con respecto a la competencia… o por lo menos no se ha vendido como tal.
Julie and the Phantoms cuenta la historia de Julie tras la muerte de su madre y como su relación con la música se ve dañada. Con la llegada de los 3 integrantes de Sunset Curve, en formato fantasmagórico, la joven gana en seguridad y poco a poco supera sus miedos.
La trama pese a ser simple cumple con su cometido de serie infantil, aunque ojo, no hemos visto que la mercadotecnia se haya hecho como tal. Encontramos una gran cantidad de temas, y puede sernos sumamente útil a la hora de acercar temas tan trascendetales como la muerte a nuestros niños.
Sin embargo, la serie se queda en una especie de media tinta. En el aspecto técnico encontramos a auténticos totems del musical televisivo como Kabir Akhtar (Crazy Ex-Girlfriend, Yo nunca…) o Kenny Ortega (High School Musical, The Cheetah Girls 2, High School Musical 2 …). Y estos dos nombres combinados representan a la perfección lo que ocurre en Julie and the Phantoms: y es que pese a haber querido darle empaque y solera la serie se nos ha quedado en un pseudo drama a lo Disney Channel. No navega bien ni en territorio adulto, ni en el de los más jóvenes de la casa.
No pretendo que la serie presente verosimilitud, ya que el tema es el que es… Pero la falta de credibilidad de dos de los tres fantasmas en cuestión es cuanto menos sorprendente. Jeremy Shada y Patrick Joyner especialmente, cumplen a la perfección con el estereotipo de Ken (sí, el de la Barbie).
Sin em,bargo lo cortés no quita lo valiente: y si la actuación no es lo que más destaca en el elenco las voces de cada uno de los personajes son dignas de ser destacadas.
Eso sí, los temas son pegadizos de narices y Sr. padres, si los veis con vuestros vástagos, corréis el peligro de escucharlos en bucle una y otra vez. ¡Ojo! Digo esto como un piropo, ya que dirigiéndose a quien lo hace, cumple con su objetivo.
En definitiva, Julie and the Phantoms supone el enésimo intento de Netflix por conquistar a los pequeños… veremos como les funciona la afrenta sin el merchandising que suele acompañar a estos títulos. No obstante, es una buena opción para crear lazos con los peques en estos tiempos de planes hogareños pseudo-obligatorios.
Y para los amantes del musical sin mas: estamos hablando de un Zoey`s Extraordinary Playlist infantil.
Crítica de Zoey’s Extraordinary Playlist (2020): En bucle, por favor