Precuela de la saga Star Wars, en la que se conocerán los primeros pasos que dio el personaje de Han Solo, desde joven hasta convertirse en el antihéroe que vimos en «Una nueva esperanza», antes de que se encontrase con Luke y Obi-Wan en la cantina de Mos Eisley
Hace no tanto tiempo, en una galaxia demasiado cercana… Espera, espera, tenemos que decirle algo al público al no haber opening crawl, ¿cierto? Vale, está bien: Bienvenidos a la película más problemática del año. Ha sido difícil, por no decir casi imposible, llevarla a cabo y poder estrenar este spin-off con Han Solo de Star Wars a tiempo tras todo el backlash que ha recibido desde el inicio, cambio en la dirección al final del rodaje original y demás problemas varios. Pero lo hemos logrado, aquí tenéis la pelicula que nadie esperaba. Atentamente, la gente de Lucasfilm….
Escribir sobre esta pelicula es escribir sobre una gesta casi épica. Incluso para la gente que ni es fan de la saga y apenas va al cine sabe lo que ha pasado con la creación de este Han Solo Begins que Disney propuso como segundo spin-off para Star Wars. No creo que sea justo para la película ir recordando todo el episodio mientras escribo sobre ella, porque todos conocemos esta historia y lo que importa ahora es saber: ¿hasta que punto ha quedado afectada? ¿se puede ver? ¿es peor incluso que las precuelas? La respuesta es que ha salido un buen producto, que no es lo mismo que una gran película.
Han Solo como película -va a ser difícil discernir entre título y personaje, me doy cuenta- es una criatura de dos padres. Se aprecia durante su visionado debido al tipo de cine que rueda cada uno, lo que la vuelve inconsistente en la forma. Lord y Miller hacen humor de diálogo y situación -véase lo que han logrado con productos de segunda fila como los dos Jump Street o la sorpresa de La Lego Película- que queda patente en ciertos comportamientos que se ven en este Han interpretado por Alden Ehrenreich con más solvencia de la esperada.
Ron Howard, por el contrario, es más artesano, con sus pros y sus contras, que ha optado por empacar el producto de una forma más quirúrgica, impersonal y aséptica, si se permite, que sale aprobada, pero con la sensacion que podía haber dado más de sí. Algo que recuerda al caso del anterior spin-off, Rogue One, con dos visiones bien evidentes tras las cámaras en un producto bastante extraño también, y que se aleja del tono personal y de autoría que tienen los episodios modernos.
¿En qué se nota este tándem de visiones tan díscolo? En la ejecución de las escenas. Hay cortes muy evidentes al finalizar las acciones, que prohíben poder darle un dramatismo a la situación; sumado también a que el re-rodaje del 70% del metraje se nota en el presupuesto. Es una pelicula que tiene dos gran set pieces -el asalto al tren y todo el segmento de Kessel-, pero en una pelicula de Star Wars donde se ven conflictos bélicos en primera línea o explosiones que causan estragos importantes, se muestran muy comedidos, como si no hubiera ya más margen monetario.
Argumentalmente, este Star Wars nos lleva por fin a ubicaciones como Corelia, el planeta natal de Han, donde se fabrican la mayoría de naves importantes en la galaxia, asi como Kessel y su corredor, motivo de una de las mejores escenas de la película y que da fama al legendario piloto y su nave, el Halcón Milenario, que nunca había estado tan limpia. En el trayecto de la aventura descubrimos realmente los orígenes de Han Solo, su paso por el Imperio, como conoció a Chewbacca y a Lando, asi como la famosa partida de cartas entre ambos, mientras intentar cumplir una misión imposible para un jefe mafioso.
Donald Glover, por su parte, hace suya la película con su versión joven de Lando Calrissian
Afortunadamente, esta es una película sobre un personaje, y en eso da la talla. Alden Ehrenreich ha sido motivo de muchas burlas por parte de cierta parte del público desde que se le fichó para encarnar a la versión joven de Han Solo. El actor construye su versión de Han alejado de cualquier comparación a Harrison Ford, dado que es un Solo en proceso, veinteañero, que debe forjarse su propio nombre en la galaxia.
De hecho, la comparación más visible que le veo al personaje es a la del joven James T. Kirk del primer Star Trek de J.J. Abrams, que a su vez era ya una proto-versión joven de Han. De hecho, ese no es sólo el único nexo en común entre las dos películas, en ocasiones de manera más general y en otras por pequeños detalles o guiños a situaciones. La química con su mejor amigo Chewie es palpable desde el primer instante, y la actuación del actor es positiva para confiar en su talento, mientras el personaje ve a su alrededor -como el espectador- las vueltas que puede dar la vida cuando pecas de novato en el oficio.
El resto del casting es interesante de por sí. Woody Harrelson, que sigue en plena forma en su segunda juventud, hace de Tobias Beckett, una suerte de mentor para Han; pero no del tipo aprendiz padawan, más bien un modelo a seguir como pirata espacial, de perro viejo, como John Silver, nunca sabes por donde te tirará, le coges simpatía mientras sabes que no es un buen hombre. Emilia Clarke, por el contrario, sigue con esa sensacion de poca seguridad en sí misma que tiene en cualquier proyecto que no sea Juego de Tronos, y Qi’ra, a pesar de ser interesante bajo el guion como la enigmática chica de Solo, no llega a conectar en ningún momento con Ehrenreich, no hay apenas química entre los actores y se la ve forzada interpretando.
Donald Glover por su parte hace suya la película con su versión joven de Lando Calrissian. Es el Lando que queríamos ver más en la Star Wars original al hablarnos de su pasado. Carismático, chulo, divertido y encantador, Glover se hace suyo el personaje en esa «amistad» al limite que lleva con Han durante sus intervenciones, ambos actores son cómplices entre ellos. Thandie Newton, popular de nuevo gracias a su actuación en Westworld, se deja ver como Val en un papel sin más misión que ofrecer en Han la motivación de por qué hace lo que hace.
Paul Bettany es el villano de la funcion, Dryden Vos, como jefe mafioso. Se le ve más aquí que en su ultimo proyecto superheróico, y mas cómodo también. Es el tipo de gángster con una historia detrás que quieres conocer pero que no vas a oir -típico en la saga, por otra parte-, pero resulta interesante por su armamento y las extrañas cicatrices que tiene en el rostro, que actúan conforme a su estado de ánimo.
Por otro lado, otro personaje que prometía mucho como Enfys Nest queda relegado a un papel secundario, vital para la pelicula, pero no es lo esperado en ningún momento. Jon Favreau -que se encargará de la futura serie con actores de la saga- pone la voz a un breve personaje digital muy mono -en el sentido literal y metafórico- llamado Rio. Y por último, pero no menos importante, en el apartado droide -porque siempre hay uno- tenemos a L3-37, una chica con voz propia -Phoebe Waller-Bridge- que también es memorable en sus intervenciones.
La banda sonora va a cargo de John Powell, por petición de John Williams, que confiaba en su talento para llevar la partitura. Incluso como muestra de afecto, Williams ha escrito el tema principal de Han para la pelicula y Powell le corresponde con una partitura fantástica, como merece la saga, con temas nuevos y originales a los que se suman los temas originales de la saga, que aun siendo constantes, no suenan vacíos, tienen sus momentos y están justificados narrativamente. Algo que se agradece en contraste a lo que se vio con Giacchino y Rogue One.
es fiel al canon de la saga
Este Han Solo: una historia de Star Wars se ha concebido como un western espacial con mezcla de pirateo, y no cabe duda -lo rodado en Fuerteventura deja constancia de ese look a lo Sergio Leone-. A su vez, tambien permite ver un poco más a fondo los entresijos militares del Imperio -como ya empezamos a conocer en Rogue One-, pero aquí desde las trincheras, el submundo criminal -que parece cosa de El Padrino– y el como vive una galaxia bajo la sombra inminente de una guerra civil -estamos unos 10 años previos al Episodio IV-.
Y lo que es más importante, es fiel al canon de la saga, incluso a niveles insospechados. No es sólo que respeten ese pasado imperial de Solo, que jueguen con la conexión de sus dados de la suerte como se veía en el Episodio VIII, o que nombren planetas y personajes de relevancia, sino que también toma referencia de las series de animación, como sucedía con Rogue One, pero con un aspecto de clara importancia para el devenir de la saga y que para aquellos que solo han visto las películas dejará con la boca abierta.
Han Solo: Una Historia de Star Wars es una historia conclusa, pero que deja pie a seguir explorando su argumento, aunque no necesariamente con el dúo Han-Chewie, y es que no somos pocos los que confiamos que Obi-Wan Kenobi, de la mano de Ewan McGregor, tenga su propio spin-off. Y esta película parece que ha escuchado esas peticiones. Pero esa es otra historia que ya llegará…