El próximo 29 de Junio llega a Netflix la 2ª temporada de GLOW; en Cinéfilos Frustrados hemos podido ver los 10 capítulos que la componen y te contamos lo que nos ha parecido… (Sin Spoilers)
En 2017 se estrenaba una serie pequeña; pequeña en sus aspiraciones comerciales, buscaba un público diferente, un target cansado de grandes gestas y de historias grandilocuentes, una propuesta casi suicida, era GLOW, una serie sobre un grupo de mujeres que formó parte de un programa de televisión con la lucha libre como género. Aquella primera tanda de episodios ya nos pareció notable; el 29 de Junio se estrena la magnífica 2ª temporada.
Recogemos a nuestras luchadoras donde las dejamos, con una preproducción hecha y con el rodaje de la primera temporada de su show en marcha; cada una en su lugar y con sus circunstancias, encontrando aquí el primer gran acierto de los nuevos episodios; como si de Orange Is The New Black se tratara, la serie deja -ligeramente- de lado su vocación de 2/3 protagonistas, y nos presenta una amalgama de personajes mucho mayor que en 2017, tornándose coral. Ruth y Debbie fueron nuestra puerta de entrada a este mundo, y una vez sumergidos en él, la serie se detiene mucho más en cada uno de los personajes secundarios que la pueblan.
el feminismo que la vertebra no convierte el relato en discursivo
Conoceremos a Sam, y su lado más paternal, además de Justine, su aparecida hija; la cual encuentra aquí, o al menos busca, su lugar en el mundo. Haciendo de este el tema de la serie en su nueva temporada; las chicas que traspasaron la entrada del gimnasio ahora tratan de romper la pared de cristal que les separa de su propia voz. Y aquí nos encontramos con el principal valor de la serie, el feminismo que la vertebra no convierte el relato en discursivo, sino que la narración nos lleva a esos lugares de una manera completamente orgánica y nada artificial. Conviertiendo la historia que cuenta en algo completamente universal, más allá de géneros o moralinas baratas.
Esta 2ª temporada haces las veces también de un estudio sobre la propia evolución de la televisión, el sentido de que forma y fondo completan un todo; convirtiendo a los personajes femeninos que están sobre el ring -Zoya, Liberty Belle- en los clichés que la televisión de los 80 nos presentaba; fuera del ring, fuera del circo que venden, estamos en 2018, y ahí es donde vemos que Zoya es Ruth, o que Liberty Belle es Debbie.
El diálogo entre décadas que se produce es exquisito, no ya solo reflejándose en ellas, mas también en nosotros; la serie nos mira a los ojos con ese magnífico capítulo 8, y nos recuerda de donde venimos; y asume su nuevo lugar fuera del ring, construyendo personajes femeninos con espíritu y vocación, y nos recuerda que hace no tanto, en ese cuadrilátero de los 80, ellas sólo eran un trozo de carne vendido al por mayor.
Primero fueron 30 Rock o Studio 60, ahora es el momento de GLOW.
REVIEW DE «THE DEUCE», LA NUEVA SERIE DEL CREADOR DE «THE WIRE»