Un final made in Hollywood (I)

mejores películas (06) La La Land

En el cine, como en la vida, todo tiene un comienzo y un final. Aunque el principio pueda ser renqueante, el remate a cualquier historia tiene que ser bueno, con el fin de dejar en el espectador un buen sabor de boca.

Qué mejor manera de realizar una despedida que recordando aquellos finales que tan buenos -a veces tristes- momentos nos ha dejado el cine a lo largo de su historia. Historias románticas, muertes heroicas, momentos divertidos, finales enigmáticos o abiertos. No vale cualquier cosa, ya que este final es el que se va a quedar guardado en la retina del espectador, cuál caramelo a punto de desaparecer en el cielo de la boca. He elegido para ello cinco finales en esta primera entrega, comenzando por mi admirado Woody Allen y acabando por… mejor hay que esperar al final para eso.

1. Todos Dicen I Love You (Woody Allen, 1996)

Me encantan Woody Allen y los musicales, así que es obvio que disfrute bastante con esta película. A orillas del Sena, Joe Berlin (Woody Allen) baila con su ex mujer, Steffi Dandridge (Goldie Hawn), donde ambos protagonizan un número musical mágico -el mejor número musical de la película sin discusión-. No es el final exactamente, pero está tan cerca que es la imagen que mejor guarde cuando llegaron los créditos. El amor y la nostalgia se hacen muy patentes en una bella puesta en escena, en un lugar cargado, ya de por sí, de bastante romanticismo.

2. La La Land (Damien Chazelle, 2016)

Y sigo en plan ñoño, pero es que el final de La La Land es una auténtica maravilla. Puede gustar más o menos, pero hay que reconocer que contar una historia de amor en unos minutos de esa forma tiene su mérito. Mia (Emma Stone) y Sebastian (Ryan Gosling) le regalan al público un final idílico que, sin embargo, deja un regusto aún más amargo al espectador con la llegada de los créditos. Toda la banda sonora se resume en menos de diez minutos, con lo que pudo ser y no fue. Un juego de película dentro de la película, de sueños en los propios sueños. Un homenaje al musical en toda regla.

3. Con faldas y a lo loco (Billy Wilder, 1959)

Poco más que decir de esta obra maestra que no se haya dicho, ya que cualquier adjetivo sería perder el tiempo. Jack Lemmon y Tony Curtis haciéndose pasar por mujeres para escapar de la mafia, Marilyn Monroe cantante en una orquesta femenina y Billy Wylder a los mandos. Si esta comedia ya roza la perfección, la alcanza en su última escena, donde Jack Lemmon hace frente a un amor imposible.

4. El Padrino (Francis Ford Coppola, 1972)

La película perfecta -aunque para algunos un tostón- tenía que tener un final a la altura. Cada escena está cuidada al detalle, contando mucho más de lo que aparentemente se ve en un primer visionado. Desde cómo llevar a cabo una negociación, hasta alegorías a la muerte. Así que la escena final no podía ser menos, con un Michael Corleone (Al Pacino) dando la espalda Kay Adams (Diane Keaton), con los miembros de la familia besando el anillo de Michel, señal de que es el nuevo Padrino. La puerta se va cerrando lentamente, interponiéndose entre ellos y con Michael dando prioridad a la familia en detrimento de su esposa.

5. 2001, una odisea en el espacio (Stanley Kubrick, 1968)

Hay películas que, para paladearlas, hay que verlas con la mente abierta y libre de prejuicios. Pués bien, esta es una de ellas. La mejor película de ciencia ficción para algunos, la mayor paja mental que se ha visto para otros. Eso sí, su final ha quedado en la retina hasta de los que no han visto la película al completo. Como si fuera un comienzo, así acaba Stanley Kubrick esta adaptación de la novela de Arthur C. Clarke. El astronauta avanza con la aparición del monolito -tal como antes lo hicieron los simios-, transformándose en el Niño de las Estrellas, un nuevo ser evolucionado. Esta película, a pesar de que hace ya casi medio siglo de su estreno, sigue contando con una fotografía espectacular y que sigue siendo digna de estudio.