Festival de Sitges: Crónica del día 5 (Lunes 9 de octubre)

Festival Sitges

Llega el quinto día del festival y al mirar los actos previstos para hoy y las películas programadas, nos damos cuenta que Sitges no descansa. Se nos invita a seguir el ritmo y a descubrir películas y disfrutar no solo del buen tiempo sino también de algunas joyas cuando se apagan las luces de las salas. Desde primera hora de la mañana y hasta bien entrada la noche la programación no tiene ni un segundo de descanso. Más de 50 pases repartidos por las salas del festival para este lunes.

No podemos decir que hemos estado en el Festival de Sitges si no hemos acumulado horas de espera en las colas del cine. Pero ese factor que puede parecer malo, solo los asistentes a un festival tan especial como este lo saben convertir en una ventaja. Las colas sirven para hablar con otros asistentes. Intercambiamos opiniones de películas, nos recomendamos aquellas que nos gustaron pero también desaconsejamos asistir a otras. Hay un cierto aire de hermandad que nos sirve para conocer a gente con la que nos une esta pasión del cine de terror en su más amplio significado. Este es uno de los aspectos que más nos ha sorprendido de manera positiva. No solo para conocer a gente con la que seguirás coincidiendo y saludando. Con otros incluso cenas y aprovechas para hablar no solo de cine sino también de cualquier aspecto de la vida. Aprovechamos para saludar a gente a la que no ves desde hace años y que de repente te encuentras en el festival.

Festival de Sitges: Crónica del Sábado 7 y Domingo 8; Fin de Semana

El día ha empezado con La Villana (Jeong Byeong Gil) La trama gira en torno a Sukhee, una mujer en busca de venganza por la muerte de su padre y que acaba formando parte como agente de una agencia nacional. La venganza se junta con los deseos de Sukhee de llevar una vida normal. Para ello deberá pagar el precio de una misión que le pondrá a prueba. Lo más destacable es el papel de la mujer en una película de acción coreana. Empieza con una larga escena de acción de algo más de diez minutos en la que a modo de videojuego vamos a conocer a Sukhee. A partir de la incorporación de ella en la agencia ya no va a ser lo mismo y el ritmo baja constantemente hasta llegar a ser una mediocre película a modo de drama a la coreana.

Brawl in Cell Block 99 (S. Craig Zahler) es un thriller carcelario. Bradley Thomas es un mecánico que es despedido y que el mismo día descubre la infidelidad de su mujer. Esa situación que otras películas dejarían caer en una espiral de tópicos, aquí Zahler lo reconduce  a una película  que combina ese difícil equilibrio entre la acción y el drama social. Con una enorme actuación de Vince Vaughn en un papel de buen marido pero con una rabia contenida que sabe muy bien como controlar o como dejar ir. La película sabe ir mostrando sus cartas en el momento adecuado, controla el ritmo en todo momento y hace que el público esté al lado del personaje principal conociendo el porqué de cada una de sus acciones. Desde el destrozo al coche familiar hasta cada una de sus peleas o de sus difíciles decisiones. Sin lugar a dudas una de las películas importantes del festival y a tener muy en cuenta en la sección oficial para los premios de Sitges.

En el lado opuesto nos encontramos El Habitante (Guillermo Amoedo) Tres hermanas que entran en una casa con la intención de hacer un robo y que encontraran un matrimonio que acaban de perder un hijo y que tienen serios problemas con la hija. Las hermanas tendrán que encontrar la manera de salir vivas de la casa y a la vez intentarán sacar con vida a la niña. Una película que fracasa en su intento de hacer terror y que no sorprende en ningún momento.

A Ghost Story (David Lowery) Un músico muere en un accidente de coche y vuelve como un fantasma a la casa en la que vivía con su mujer. Con ese punto de partida nos encontramos una película que nos ha dejado un sentimiento contradictorio. La historia que nos cuenta tiene momentos originales y planteamientos poco indagados en el cine actual. Pero la manera que nos lo quiere contar Lowery es lo que hace alejarnos. Hay un exceso de querer ser trascendental con planos vacíos excesivamente largos. Hay escenas que pueden ser visualmente atractivas pero que poco aportan a la película ni a la psicología de los personajes.