Ya se cuentan las horas para el cierre del XVI Festival de Cine Europeo de Sevilla. En esta crónica vamos a abarcar los dos días anteriores, con grandes dosis de cine europeo.
Comenzamos por la séptima jornada del Festival de Cine Europeo de Sevilla, con dos cintas bastante diferentes entre sí en casi todos los sentidos: La famosa invasión de los osos en Sicilia y Sinónimos.
Arrancando por la primera mencionada, nos llega una Sicilia de cuento con una preciosa animación, donde osos y humanos conviven, o al menos, lo intentarán. Dirigida por Lorenzo Mattotti, toda una entidad en el sector del cómic europeo, y adaptando una historia de Dino Buzzati. Su punto fuerte es obvio, una bellísima animación, que combina animación 2D para los fondos con una imitación de 3D para muchos de los personajes. La fusión entre estas dos técnicas brilla a la perfección con la gama cromática elegida, es un deleite visual toda la cinta.
En el guion tenemos un cuento infantil, pero que podrá disfrutar cualquier miembro de la familia, además, volvemos a tener un fuerte mensaje ecologista como ya pasaba en un anterior filme de animación comentado, The Prince’s Voyage. Un año más, la animación del Festival de Cine Europeo de Sevilla, no decepciona, esperemos que sigan trayendo propuestas de este tipo, ya sea animación infantil o adulta, pero de esta calidad.
Seguimos con Sinónimos, dirigida por Nadav Lapid (coguionizada con su padre, Haim Lapid) y ganadora del Oso de Oro en la Berlinale. Tenemos sentimientos encontrados con esta propuesta…Nos encanta la forma de rodar de Nadav Lapid, y cuenta con algunas de las escenas más potentes que hemos visto en todo el festival, sin embargo, no llegamos a conectar en ningún momento con el filme, llegando al punto de que se nos hiciera incluso pesada. Muy interesante en la forma, pero en su fondo nos disgustó más de lo deseado, quedando una película, que ni mucho menos nos arrepentimos de ver, pero termina en un pudo y no fue.
Damos el salto ahora al penúltimo día, y traemos a colación el refrán «a la tercera va la vencida». El traidor, tercera italiana del festival, y esta vez sí, un gusto total. Seleccionada por Italia para representarla en los oscar, se basa en la historia real de Tommaso Buscetta y la destrucción de «La Cosa Nostra». Con sus más de dos horas de duración, que para nada se hacen cansadas, nos trae una cinta de gángsters que comienza con ecos de El padrino para terminar mutando en un thriller judicial que retrata con fuerza los hechos que toma de partida.
Desde Italia cruzamos el mediterráneo para terminar en Portugal, con la nueva propuesta del director de John From, el divertidísimo músical Technoboss. João Nicolau vuelve a su surrealista y colorido mundo, donde lo cotidiano se da de la mano con la fantasía. Sigue a un trabajador de sistemas de seguridad a punto de jubilarse y su idilio para encontrar su nuevo lugar en el mundo y conquistar el corazón de la recepcionista de un hotel que conoció años atrás. La comedia más divertida del festival, con auténticos momentazos, y con guiños a la propia Sevilla (y al aserejé).
Cerramos el día con la vuelta al original mundo de Bruno Dumont y su Juana de Arco. Mención especial del jurado en el Festival de Cannes abandona el tono más jovial y musical de su precuela para abrazar en mayor medida el drama y tomarse demasiado en serio. Es cierto que los momentos finales de Juana de Arco abogan por un mayor drama, pero ese tono choca bastante con la propuesta de Dumont, con su estética más intimista, teatral y de comedia (in)voluntaria. Su elección aguanta la primera mitad del filme, una vez arrancan los juicios se alarga en demasía. Aun así, cuenta con más de un momento del Dumont más inspirado que encantará a sus fans.