El viernes 1 de diciembre Netflix estrenaba su nueva serie, la primera alemana, Dark; un nuevo tanto para el gigante del streaming.
Hace unos cuantos meses Netflix anunció la producción de la que sería su primera serie alemana; entrados ya en el último mes del año 2017, el día 1 de diciembre para ser más específicos; la plataforma lanza los 10 episodios que componen la temporada uno de Dark.
La propuesta inicia su andadura como decía el bueno de DeMille; con un clímax, y de ahí hacia arriba. La serie te coge de la solapa en sus primeros compases con una secuencia sin diálogo y construida con base a silencios y hechos. Se produce un salto temporal hacia un futuro muy cercano y se nos introduce en la historia; situándonos narrativamente en el centro de una familia.
La serie es esencialmente una construcción visual y atmosférica, en el mejor de los sentidos; el relato, que ya nos tiene en la primera secuencia, utiliza los minutos para paulatinamente meternos en un mundo concreto; frío, inmisericorde… Planos aéreos, bosques frondosos, neblina… La narración comprende un tono realista, sí; pero también una ligera brisa sobrenatural puebla cada giro de guion, que nos introduce cada vez más y más en ese pueblo conscientemente Lynchiano.
La desaparición de un niño parece en principio el principal escollo a sobrepasar por los personajes principales, bastantes; pero rápidamente uno percibe la excusa que supone en la sala de guionistas cuando quieren contar algo más que un simple hecho, mitología me parece que se llama.
He leído por ahí que se parece a Stranger Things; en fin. Los referentes son muchos más que una serie que no es referente de nada, sino una compilación de ellos. Por no hablar del estilo absolutamente complaciente para con un público entregado en lugar de un tratamiento mucho más oscuro y adulto, el de Dark. Y sí, aquí pongo otra vez Dark, que google me lo reclama. Twin Peaks, Abre los Ojos o Jordskott son los referentes más equilibrados, amén de producciones como Bron/Broen, The Killing y demás.
Una serie que recomiendo encarecidamente a aquellos que suelen disfrutar más con el cine que con las telenovelas como The Walking Dead o Juego de Tronos.