La avaricia estadounidense a la antigua usanza reina en esta película de acción, tiros y patriotismo americano mezclada con un elenco de personajes protagonistas digno de superproducción de Hollywood.
Triple Frontera es una película sólida en los dos primeros actos,que pierda un tanto el rumbo toda vez se acerca el final, cuando apela al heroísmo propio de cada uno de los personajes que forman parte del cast de la película.
Un juego de finales bastante insípido en el que la historia no deja muy claro si estos personajes merecen o no todo el dinero robado; y si lo hacen, quizás, no todo, tal vez sólo una parte. Una vez completada la misión, se suceden un sinfín de desgracias mientras intentan escapar de Sudamérica. Nada que comentar, por otro lado, sobre ese final bastante amargo a modo de recuento de deudas pendientes entre los protagonistas.
La película mezcla elementos de otros famosos atracos con final inesperado, como Heat o A Simple Plan con estrellas modernizadas y de renombre, tales como Oscar Isaac, Ben Affleck, Pedro Pascal, Charlie Hunnam o Garrett Hedlund, todos “hermanos de armas” luchando por encontrar un sitio en la tierra una vez acaban el servicio a su país.
La mayor parte de la banda está ansiosa, tanto financiera como emocionalmente con el asalto, enaltecidos por Pope (Oscar Isaac), mercenario todavía al servicio trabajando en Sudamérica. Pope trata de luchar contra el narcotráfico local con la ayuda de la policía y la armada, pero cuando Pope se entera de la ubicación de un solitario narcotraficante y de los cientos de millones que almacena en su enorme chalet, no duda en rescatar a sus amigos del banquillo y volver a meterlos en el partido, todo ello en forma de misión de operativa ilegal.
El drama empieza a hacerse notar mientras el quinteto construye su plan de ataque. Redfly (Ben Affleck) se erige como líder y planificador del mismo. De un momento a otro la atmósfera cambia de manera radical, desatando cierto caos, mientras tanto, se puede notar el paso eufórico de los personajes hacia el miedo y la incertidumbre. Las reglas propuestas por Redfly para su huida se desvanecen para dejar paso a la codicia general de los protagonistas.
La muerte del drama de nivel medio y presupuesto modesto en las salas de cine contribuyó a la “edad de oro” en la televisión, razón por la cual han triunfado un buen número de dramas orientados a adultos, tales como Mad Men o Breaking Bad, en las últimas dos décadas. Triple Frontera ofrece algo más que cualquier película proyectada en televisión con Bruce Willis de protagonista.
¡Breaking Bad continuará con una película!
Netflix se ha hecho con la cuota del mercado en este aspecto, películas que están bien en todos los sentidos, pero a les que falta algo para dar su salto al cine mundial. Triple Frontera es una película que acaba dejándote con esa sensación, la de que le falta algo en especial, pero sin saber lo que es en concreto. Un final agridulce para una película que probablemente tenga un «continuará».