Año: 2016 | Dirección: Martin Scorsese | Producción: Cappa Defina Productions / Cecchi Gori Pictures / Fábrica de Cine / SharpSword Films / Sikelia Productions / Verdi Productions / Waypoint Entertainment | Guión: Jay Cocks, Martin Scorsese (Novela: Shusaku Endo)| Música: Kim Allen Kluge, Kathryn Kluge| Fotografía: Rodrigo Prieto | Reparto: Andrew Garfield, Adam Driver, Liam Neeson, Ciarán Hinds, Issei Ogata, Tadanobu Asano, Shin’ya Tsukamoto, Ryô Kase, Sabu (AKA Hiroyuki Tanaka), Nana Komatsu, Yôsuke Kubozuka, Yoshi Oida, Ten Miyazawa | Género: Drama. Religión. | Duración: 161 minutos.
Tras la locura de El Lobo de Wall Street, Scorsese vuelve con una película mucho más tranquila y espiritual, donde tras años de peleas para llevarla a cabo, al fin llega con su deseada Silencio, adaptación del libro de mismo nombre del reconocido autor japonés Shusaku Endo.
Fui muy afortunado por poder llevar a cabo esta película porque al hacerla, al pelear por producirla durante todos estos años, la he vivido. He explorado mi propia fe. Uno no encuentra una respuesta contundente. Sin embargo, al superar los problemas con el guion, los problemas financieros, tuve tiempo de entender mi existencia, Martin Scorsese.
La película nos embarcará en un viaje donde dos jesuitas, Sebastião Rodrigues (Andrew Garfield) y Francisco Garupe (Adam Driver), emprenderán una búsqueda al Japón Feudal del siglo XVII para encontrar al padre Ferreira (Liam Neeson), quien afirman ha apostatado en el país del sol naciente. Los dos jesuitas pondrán a prueba su fe y se debatirán de la existencia de Dios durante gran parte de la película.
Tras esta breve sinopsis, cabe destacar que no es una película apta para todo el mundo, pues su tranquilo desarrollo del guion, que recuerda en gran medida al cine clásico japonés, y su controversial tema religioso, el cual no es del gusto de todos. Pues la fe será el eje central que moverá la película y a nuestros tres protagonistas. Sobre este tema quería destacar, el que para mí, es uno de los puntos más mal llevados de la película. Se trata de la imparcialidad de Scorsese, pues lo que se podría trasladar a un viaje donde uno mismo empatizara totalmente con el personaje principal de Andrew Garfield, nos hiciéramos las mismas preguntas que él y nosotros mismos sacásemos nuestras propias conclusiones. Martin lo decanta totalmente de un lado, dejando claro su punto de vista.
Este punto mencionado quizás sea el más negativo de la película, pues soy de los partidarios de que el cine me haga pensar y no me lleve en un viaje agarrado de la mano durante todo el tiempo. Y ya que he comenzado con los puntos negativos, me gustaría comentar el otro pecado de la película. Las actuaciones, es cierto que Andrew Garfield me ha sorprendido gratamente tras su desastroso doblete en The Amazing Spiderman, pero aun así no lo veo a la altura de un papel tan complejo como el del padre Rodrigues, hay momentos en los que mantiene el tipo pero otros en los que me hubiera gustado que se decantaran por un actor mucho más hecho. Lo mismo ocurre con Adam Driver, aunque hay que darle un punto a su favor pues se está embarcando en muy buenos proyectos y se está consiguiendo alejar de la sombra de Kylo Ren con brillantez.
Pero dejemos ya a un lado los pecados capitales de la película, y hablemos de sus puntos positivos, que no son pocos. Aunque Scorsese decante su fe hacia el cristianismo de una manera obvia, no hay que quitar mérito por esto al guion de la película, que se mueve en un tema tan polémico como es el religioso de una manera magistral. Sobre todo durante lo que para mí es el punto clave de la cinta, cuando el padre Rodrigues tiene, digamos la arrogancia, de verse a sí mismo como un reflejo de Cristo. Pasando incluso por la experiencia de la traición de Judas. Simplemente brillante.
Y como no podía ser de otra forma en una obra de Scorsese, al guion le acompañan una dirección y fotografía magistral, a destacar esta última pues por momentos me ha recordado a grandes maestros del cine japonés como Mizoguchi.
Por último me gustaría destacar la edición de sonido de esta película, que carece totalmente de banda sonora, y que venga Dios y lo vea pues no se le echa para nada en falta con el magnífico silencio que aborda toda la película. Pues el mismo silencio de la naturaleza tiene música propia y Scorsese lo ha sabido plasmar como pocos.
Para finalizar me gustaría dar mi conclusión respondiendo a unas preguntas que a mí mismo me surgieron antes de pasar por la sala de cine. ¿Es Silencio una buena película? Lo es, sin duda, y merecedora de todas las alabanzas que se lleve. ¿Es Silencio una de las obras maestras de Scorsese? No, bajo mi punto de vista no llega al nivel de sus grandes obras como Taxi Driver, Toro Salvaje o Uno de los Nuestros. Pero esto no le resta mérito a la película, pues tiene una de las mejores fotografías de la filmografía del director neoyorkino y destaca en muchos apartados.
In nomine Patris et Filii et Spiritus Sancti. Amen. Ve al cine a ver Silencio. [yasr_overall_rating size=»large»]