De la mano del director Kitaro Kosaka nos llega ahora Okko, el hostal y sus fantasmas. Un anime colorista con un claro enfoque hacia el público infantil. Se trata de una película de corte menor en la que nos encontramos con una pequeña historia. Una historia que indaga en el dolor de la pérdida y de cómo enfrentarse a la muerte, shi para los japoneses, de sus padres. Una adaptación de la novela escrita por Hiroko Reijo que da el salto al anime con un director que aún lejos de los resultados de Ghibli, intenta seguir los pasos del estudio.
Okko y sus padres viajan en coche cuando se ven involucrados de lleno en un accidente. De este accidente tan solo sobrevivirá Okko que deberá empezar a aprender a superar esa pérdida. Para ello se irá a vivir con su abuela que es dueña de un hostal y se pondrá enseguida a ayudar en el negocio familiar. Pronto veremos que el don de Okko en esa época infantil es el de poder ver y hablar con tres fantasmas que de algún modo están muy conectados con la vida del pueblo y del hostal. Con ellos Okko aprenderá a soportar el dolor, a saber cómo exteriorizarlo y aprender a continuar con su vida afrontando esa pérdida.
En ese contexto nos encontramos una película que no engaña, que poco a poco nos va contando esta pequeña historia que sabe combinar la tradición japonesa con pequeños guiños a la manera de entender y tratar con la muerte en el mundo occidental. Desde siempre, la cultura nipona ha tenido una relación de los seres vivos hacia el mundo de los muertos muy diferente a como la entendemos en Europa. Pero en Okko no nos detenemos en el momento del accidente ni sus primeras reacciones, tampoco pasamos por ceremonias de despedida.
5 Animes para hacerte pensar
En Okko veremos una manera de entender la muerte casi como si los personajes de la hija y de la abuela quisieran pasar página y refugiarse en el trabajo familiar. Esa manera de entender la muerte la veremos especialmente en algunos de los huéspedes del hostal de Okko. Porque no solo nos habla de la pérdida de Okko, sino tambien el cómo los tres fantasmas, dos de ellos especialmente, siguen anclados al mundo de los vivos cuidando de los seres que en él han dejado. Mientras, la relación de la pequeña con tres fantasmas que deambulan por los pasillos, habitaciones y jardines del hostal se entiende más como una concesión al cine europeo y americano. Y en esa dualidad es donde la película llega a perderse sin que nos quede clara la intencionalidad.
Por estos motivos, Okko, el hostal y sus fantasmas, es una buena oportunidad de llevar a los pequeños de la casa al cine. Ellos, sin duda, van a poder disfrutar de una película honesta con buenas intenciones. Para los locos bajitos esta será una gran oportunidad de acercarse al cine e incluso de descubrir el anime.