Titulo Original: Loving Pablo | Año: 2017 | Dirección: Fernando León de Aranoa | Producción: Escobar Films, B2Y EOOD | Guión: Fernando León de Aranoa | Música: Federico Jusid | Fotografía: Alex Catalán | Reparto: Javier Bardem, Penélope Cruz, Peter Sarsgaard, Julieth Restrepo, Oscar Jaenada | Género: Drama, Biopic | Duración: 123 Minutos
No se puede negar que, en estos últimos años, el argumento del narcotráfico en la ficción tiene un especial auge. Sea en novelas, series o películas, es común volver a ver historias acerca de uno de los principales tormentos dentro de la sociedad. Y particularmente el de profundizar (y ensalzar, en ocasiones) la figura de aquellos que se lucran de dicha actividad. Como si fueran unos marginados oprimidos, o vengadores caídos; el tipo de formato actual ha mejorado el narrar estas historias. La mas conocida y popular, sin duda, la de Pablo Escobar y el Cartel de Medellín, quien en las dos primeras temporadas de la respetadísima y aclamada serie Narcos, de Netflix, se explicaba con mucho detalle sus porvenires (mas que nadie hasta el momento, aunque con varias licencias artísticas para darle emoción). Loving Pablo es la nueva propuesta dentro de este genero, queriendo darle otra perspectiva.
Pero por que ahora, cuando apenas han pasado dos años desde el estreno de la serie, llega Fernando León de Aranoa y nos trae otro relato sobre el infame narco. La respuesta está en el libro autobiográfico Amando a Pablo, Odiando a Escobar, escrito por la periodista colombiana Virginia Vallejo, publicado recientemente, quien vivió de primera mano la ascensión al poder de Escobar tras convertirse en su amante. Aquí, representados por el matrimonio Bardem-Cruz, lo que le da una metáfora curiosa a la situación.
Lo primero a tener presente es que en esta historia el papel de Vallejo (Penélope Cruz) es quien lleva el hilo de la misma, a pesar que a lo largo de mucho metraje se nos explica todo el recorrido de Escobar (Javier Bardem), en lo que inequívocamente es una repetición de lo visto anteriormente en la serie, pero resumido al extremo. Lo cual demuestra que Loving Pablo está pensada para ese publico que no este tan interesado en conocer al detalle la vida de Escobar y que con un resumen de dos horas tiene bastante. De otro modo, el ejercicio se convierte en algo fútil. La parte positiva es que si permite conocer mejor esa relación entre la periodista y el narco que la serie idealizó mucho (de hecho, ni su personaje se llamaba igual).
A Aranoa no se le puede culpar de intentar narrar una historia ya conocida a través de detalles que resulten interesantes, cuando regala ciertas escenas entre ambos actores, donde la ironía y el humor son presentes en ciertas respuestas y actitudes por parte de ambos personajes, o la sensación de terror que puede dar una tienda cerrada, así como en la fotografía, usando planos llamativos para mostrar escenas de acción.
Las actuaciones, por desgracia, no quedan demasiado bien paradas. Uno no puede evitar preguntarse como siendo Loving Pablo una película coproducida en España y con actores de nivel puede fallar en sus interpretaciones. Es curioso que pudiendo usar de base el castellano para los diálogos entre colombianos, se use el inglés como lengua preferente (quitado de algún insulto ya popular en nuestra jerga), y que ni siquiera así, los actores eliminen su acento patrio en lugar de un tono colombiano.
Sumado a eso, Bardem ha hecho lo posible para parecerse físicamente al narco, engordando muchísimo, pero su actuación en ocasiones parece casi de una parodia. Cruz esta por encima de ello y logra mantener el interés en su personaje, que sale beneficiado. Ciertas escenas como discusiones con sus productores televisivos o los diálogos que tiene con el agente de la CIA Neymar (Peter Sarsgaard, el encargado aquí de dar caza a Escobar en una actuación correcta) dan fe de ello. Aunque la sorpresa la da la mujer de Pablo, Maria, interpretada por Julieth Restrepo, quien ofrece la mejor actuación en su contenido papel como la sufrida esposa. Toda una revelación. Mención aparte el casi cameo de Oscar Jaenada en un par de escenas, como uno de los socios de Escobar, que ni siquiera sale acreditado.
Y por si quedaban aun dudas de si la película juega con mas paralelismos posibles entre Loving Pablo con Narcos, es notorio observar que muchos de sus actores secundarios reaparecen de nuevo en esta película, interpretando de nuevo papeles como los sicarios y socios narcos con otros nombres, lo que ayuda a la confusión generalizada sobre qué es lo que se esta viendo en pantalla. Algo de variedad actoral le hubiera venido bien.
Loving Pablo es una película que llega demasiado pronto o demasiado tarde, según se mire. Le pasara factura, como a todas esas propuestas que han compartido plano en algún momento dado, cuando a dos estudios les da por querer explicar lo mismo al mismo tiempo. Y, desde luego, la película de Aranoa es la que queda por debajo.