Crítica de La Seducción (2017): Lucha de géneros a medio gas

La Seducción

AÑO: 2017 | TÍTULO ORIGINAL: The Beguiled (La Seducción) DIRECCIÓN: Sofia Coppola PRODUCCIÓN: American Zoetrope, FR Productions GUIÓN: Sofia Coppola (Novela: Thomas Cullinan) MÚSICA: Phoenix | REPARTO: Colin Farrell, Nicole Kidman, Kirsten Dunst, Elle Fanning, Oona Laurence, Angourie Rice, Addison Riecke, Wayne Pére, Emma Howard, Matt Story, Rod J. Pierce | GÉNERO: Drama Romántico.  | DURACIÓN: 91 minutos.

Por parte de Sofia Coppola nos llega La Seducción, una obra basada en la novela de Thomas Cullinan y que además supone un remake de la película original, El Seductor (1971), dirigida por Don Siegel y protagonizada por el legendario Clint Eastwood. Sin embargo, a pesar de los esfuerzos en materia de dirección de la autora de Lost In Translation y el hecho de contar con un reparto de muchos quilates (capitaneado por unos notables Colin Farrell Nicole Kidman) la obra supone una lucha de géneros que no termina de despegar en ningún momento, a excepción de su 3er acto, y que no aporta gran cosa respecto a los visto más de 45 años atrás.

año 1864. Durante la guerra civil norteamericana, la tranquilidad de una escuela femenina en Virginia donde sólo viven mujeres se ve truncada por el descubrimiento de un soldado herido en las inmediaciones.

El planteamiento de este remake es prácticamente idéntico al de la obra original, pues ambas están basadas en la novela de El Seductor. No obstante, Sofia Coppola sí que ha pretendido darle su propia interpretación y por ello desde la primera secuencia nos muestra a través de los encuadres, el tratamiento y la música que no quiere filmar un título opresivo o asfixiante, sino narrar una historia con aires de fábula. Más distendida, sosegada y relajada; tal y como nos tiene acostumbrados a través de otras películas de su filmografía. Por ello, la narración no tiene ninguna prisa -a pesar de durar la hora y media de rigor- en acomodarnos y dejar que seamos nosotros como espectadores los que nos aclimatemos a la historia y, sobre todo, a los personajes; que serán los que promuevan la totalidad de las acciones bajo el fruto de la más absoluta causalidad -lo cual es llamativo, ya que se parte de una idea casual-.

Hasta aquí todo funciona relativamente bien, ya que se construye una base sólida: Drama Romántico de época con personajes que chocan a través de su propio género, junto con una dirección precisa y sosegada. ¿Cuál es el problema? El desarrollo de la acción, que presenta dos principales problemas.

Historia superflua, intrascendente: Cuando se plantéa un filme con una narración como la que tenemos en ciernes se ha de contar con un guion profundo y que busque hurgar con las emociones del espectador, si no hay un gran riesgo de inducirle ante el temible aburrimiento. Esto supone un gran lastre para la cinta, porque la trama no va más allá de la lucha género masculino-femenino hasta su conclusión, que bien es cierto que está rodada con suma maestría. Cabe recordar que en el Siglo XIX la mujer, desgraciadamente, no era más que una ama de casa y un sustento del hombre, por lo que la llegada del personaje de Farrell supone como la caída de un divino tesoro, cosa que está bien reflejada. Pero nada más.

Saltos temporales incongruentes: A pesar de que la trama se construye a fuego lento, el tiempo referencial tiene grandes saltos entre secuencias encadenadas. Hubiera preferido -y ojo, aquí hago uso de mis propios gustos personales- una historia planteada en un menor arco de tiempo pero más desarrollada.

No todo son errores en este título, pues la dirección hipnótica de Sofía Coppola se conjuga con una fotografía de gran belleza -mucho ojo a los planos en los que los rayos de Sol se dejan entrever a través de los árboles, preciosos-, encuadres milimétricos y una música intimista. Podríamos decir, en términos técnicos, que La Seducción es una propuesta que debe absorberse lentamente y con mucho paladar. 

El equipo actoral cumple con creces. Las interpretaciones tanto de las más pequeñas de la casa como de Elle Fanning son correctas -que por cierto, no entiendo la decisión del equipo de vestuario de peinarla así, no es acorde con la época-, sin más; pero el gran peso recae sobre el trío actoral capitaneado por Nicole Kidman, Colin Farrell Kirsten Dunst -que os recuerdo que se negó a perder peso para el papel, hecho acertado-. Los tres realizan un papel notable, pero comparándola con la antecesora Farrell pierde enteros ante la figura de un histórico como Clint Eastwood. Batalla perdida desde el primer minuto.

En definitiva, La Seducción es un título que presenta una dirección hipnótica, lenta e intimista -lo que puede llegar a justificar su premio a Mejor Dirección en el Festival de Cannes-, pero que falla en el propio desarrollo de su historia superficial. Además, no aporta gran cosa respecto a la obra original estrenada en 1971. Personalmente creo que Coppola podría haber apostado por algún otro proyecto más interesante, pues llevamos 14 años deseando a que nos atrape con sus fauces frente al mundo del celuloide como hiciera con su maravillosa Lost In Translation; pero habrá que dejarlo para otra ocasión. Película disfrutable. 

Reseña
La Seducción (2017)
6.3
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Viejoven. Cinéfilo hasta las trancas y administrador de Cinéfilos Frustrados: Tu PEOR blog de Cine y Series, donde tengo la suerte de poder contar mis opiniones y gustos por el Séptimo Arte.
critica-la-seduccion-2017'La Seducción' es una película lenta, intimista y con una narración milimétrica y sosegada. Su principal problema viene de la mano del desarrollo de su guion, que peca de superficial. No obstante, es un filme disfrutable que justifica el precio de la entrada.