Élite vuelve a nuestras pantallas con un nuevo curso y otro misterio a resolver, para mantener la tradición. Vuelve el más icónico instituto de todo Netflix: Las Encinas. Nuevas tramas y un nuevo elenco de personajes protagonizan esta nueva entrega.
Nueva temporada en Las Encinas Fútbol Club. Minuto 01:00, nuevo asesinato. Miguel Bernardeau -Guzmán- entrevistado por la policía para continuar con la tradición de Élite de todos los personajes que participan en la serie.
Las Encinas se transforma en la sede de Google en Palo Alto y se rodea de nuevos entornos, nuevos claustros ambientados en otro planeta y nuevos integrantes a la trama estudiantil de Élite, tanto profesores como alumnos.



Por otro lado los vestuarios y las clases siguen igual, miradas cómplices -y otras no tanto-, líos y nuevas tramas. Todo lo que subyace en Élite tiene un porqué y un pero, aunque la trama no nos lo permite ver hasta que se acerca el momento final, final que acaba desembocando en una trama que une a todos sus protagonistas. Una vez más. El ciclo sin aparente fin, por ahora.
Los nuevos reyes
Los nuevos personajes de Élite vienen en con actitudes muy dispares, desde la chulería hasta la más profunda humildad que veremos si al final todo acaba siendo un camino lleno de rosas. Ya sabemos que las apariencias engañan, y eso, sumado a los giros de guion de la serie, provoca cierta adicción en el espectador.
El protagonismo en Las Encinas parece que cambia de bando con los nuevos personajes, los hermanos Blanco: Patrick, Ariadna y Mencía. Su padre como nuevo director del centro tampoco se queda muy atrás. Los personajes originarios presentes desde la primera temporada como Guzmán, Ander o Samuel, por momentos, llegan a mostrarse como puros personajes secundarios de la trama al acaparar menos minutos en escena.



Aparece también en escena un príncipe heredero, sí, a estos extremos hemos llegado. El príncipe Phillipe parece vanidoso y simpático, y hasta se adapta a las costumbres de la plebe. Veremos si cumple o no cumple sus promesas reales. Caye tomará parte en una relación de cuento de hadas con él.
Lo mismo de siempre, ya van cuatro ocasiones
Volvemos al origen: sexo, drogas y exámenes. La combi completa. Último curso -para todos, espero-, ya que muchos de los personajes de Élite llevan varios años en el Instituto y parece que no terminan de graduarse. La eterna graduación.
El sexo entre protagonistas y entre terceros sigue siendo el tema más repetitivo y una de las muchas provocaciones para el sector teen, target clave, que proporcionará Élite. Sexo en las duchas, sexo lésbico, sexo gay, tríos, besos, «polvos» de una noche, sexo con sexo, hasta prostitución. Desde luego, tras tres temporadas deberías saber a donde vienes y lo que vas a VOLVER a ver. Ya sabes que lo vas a volver a ver aunque te digas que lo odias o que no te gusta mucho.



No obstante y pese a todo esto anterior, la serie sigue siendo como ese helado Ben & Jerry’s que tienes en tu congelador y que siempre que lo abres parece que te mira. Estás deseando comértelo pero te resistes. Empiezas diciéndote a ti mismo/a que solo vas a comer un par de cucharadas y lo vas a dejar, mañana más. Al final te lo acabas comiendo entero. Eso es Élite. De ti depende el sentirte luego mal o el estar feliz por dentro.
Mañana día 18 de junio se estrena en todo el mundo la cuarta temporada de la serie Élite. Fenómeno mundial marca España que te podrá gustar más o gustar menos, pero seguro que te va a entretener más que cualquier otra serie.