The Umbrella Academy ha vuelto hoy a Netflix para entregar una segunda temporada que mejora en lo visual y se mantiene en la trama. 10 episodios repletos de acción y superpoderes, que en este artículo comentaremos CON SPOILERS (para ver la crítica sin spoilers puedes hacer click aquí).
The Umbrella Academy se estrenó a inicios del año pasado, y sorprendió tanto a crítica como a público. Con unos personajes más que carismáticos nos entregó una historia que, en mi opinión, superó al material de origen que adapta (Los cómics creados por Gerard Way). Hoy, esta serie regresa para revalidar su título como una de las series de superhéroes que merecen la pena ver junto a The boys y, en mi opinión, lo consigue.
Una trama continuista:
Esta es una digna continuación de lo que vimos hace ya más de un año. La historia sigue en una línea similar, y los valores de producción mejoran enormemente. Tras el Apocalipsis de la temporada anterior, los hermanos de la Umbrella Academy se trasladan a distintos años entre 1961 y 1963 en Dallas, viviendo durante este periodo cada uno su vida por separado: Allison está casada y lucha por los derechos de la gente afroamericana, Vanya trabaja en una granja cuidando a un niño con trastorno del espectro autista, Diego está encerrado en un psiquiátrico de donde quiere escapar para salvar a JFK, Luther se dedica a las peleas callejeras con el sobrenombre de King Kong y, por último, Klaus ha aprovechado sus poderes para montar una secta que le rinde culto. Con esta situación, Cinco aparece el 25 de noviembre de 1963 en Dallas para descubrir que sus hermanos han provocado de nuevo el Apocalipsis. Sabiendo esto, logra viajar unos días al pasado para avisar a la Umbrella Academy y tratar de evitar este nuevo fin del mundo.
Esta estructura, donde seguimos a Cinco y vamos descubriendo a lo largo de la temporada a lo que se ha dedicado cada hermano en los sesenta, creo que es uno de los grandes aciertos de la serie, ya que le otorga frescura y un buen ritmo. Sin embargo, hay que señalar que la trama de «Vanya se siente incomprendida y causa el Apocalipsis» se siente repetitiva al ser idéntica a la de la primera temporada. La única diferencia esta vez es que sí evitan el Apocalipsis, pero con el mismo resultado: los hermanos se ven trasladados a otro tiempo totalmente desconocido para la próxima temporada.
Los misterios para el futuro de The Umbrella Academy:
La trama finaliza con unos cuantos cliffhangers, que nos harán esperar mínimo otro año y medio para resolver. Primero, resulta que Sir Reginald Hargreeves (el padre de todos) es una especie de alienígena con aspecto extraño que usaba una máscara durante las dos temporadas. Segundo, el niño que Vanya cuidaba parece haber desarrollado poderes, aún después de que Vanya se los quitara. Por último, el cliffhanger que parece que moverá la serie hasta una tercera temporada: sucede que, tras evitar el Apocalipsis y viajar de regreso al futuro, los miembros de The Umbrella Academy se encuentran que, en este nuevo futuro, su padre adoptó a otros chicos con poderes en lugar de a ellos.
Una producción con mimo:
Finalmente, en mi opinión, lo mejor de esta temporada no ha sido para nada su trama sino el cuidado con el que se ha tratado el apartado visual de la serie. La fotografía es preciosa, y está bastante por encima de lo que las producciones de Netflix suelen presentarnos. Se aprovechan los años 60 para atiborrar la pantalla de colores pastel, y la iluminación está perfectamente utilizada para otorgarnos una serie que es realmente bonita de ver. Lamentablemente, no todo lo visual es de 10: los efectos especiales cumplen en las escenas poco exigentes, pero la gran batalla que da inicio al primer episodio y la batalla final, donde The Umbrella Academy se enfrenta a La Comisión, dejan mucho que desear, pareciendo más una cinemática de PlayStation 2 que una escena de acción de una serie de 2020. Pese a esto, no es un aspecto que lastre la serie y simplemente se hace notar en un par de ocasiones.
Unas actuaciones y banda sonora a la altura:
Lo que sí que es una constante a lo largo de la temporada son las grandes actuaciones con las que cuenta. No negaré que Ellen Page parezca una parodia de una emo, o que los actores que dan vida a Luther y Diego se ven eclipsados por los demás, pero Klaus y Cinco son increíbles. Robert Seehan mantiene el altísimo nivel como Klaus que nos dio la temporada anterior y, si hablamos de lucirse, creo que todos coincidiremos en que esta es la temporada de Cinco. Es así que Aidan Gallagher, con sus 16 añitos, hace un trabajo magistral y se carga la mitad de la temporada a sus espaldas sin temblar ni un poquito.



Otro aspecto a destacar de The Umbrella Academy es la banda sonora, aunque no la original, ya que esta simplemente cumple sin destacar, sino todas las canciones famosas y covers de estas que componen la temporada y que van a hacer que, más de una vez, te encuentres bailando durante el visionado de un episodio. Desde Adele, hasta Backstreet Boys, pasando por Billie Eilish o Peter Schilling, la serie no se deja ningún género fuera y otorga un gran soundtrack.
En general, tenemos una temporada más que correcta, con una historia en la línea de la anterior, y un aspecto visual mucho más cuidado que hará las delicias de los que vieron y disfrutaron la primera temporada.