The Umbrella Academy vuelve a Netflix con una esperada segunda temporada que no va a dejar a nadie indiferente. A pesar de no sorprender tanto como la primera temporada, esta vez han optado por darle el total protagonismo a «5», con sus aciertos y sus errores. Ambientada en los años 60´ y tocando temas candentes, la ficción no ha perdido un ápice de su propuesta inicial.
The Umbrella Academy y el poder de los hermanos vuelven a Netflix para, una vez más, evitar el apocalipsis, que ellos mismos han provocado. Por lo menos es a lo que nos acostumbraron en la primera temporada. Vanya hizo explotar la luna, adiós al planeta tierra y viaje en el tiempo. Los siete disfuncionales hermanos viajaron en el tiempo al final de la primera temporada, para intentar evitar lo que habían provocado.
En ese viaje en el tiempo y en el espacio es donde se inicia la nueva temporada, y sin entrar en desvelar nada de la trama ni detalles, desgranaremos algunas de las virtudes y los fallos que hemos visto en esta nueva temporada. No sorprende tanto como la primera, donde destacaba sobre todo la originalidad de la propuesta, con unos personajes obligados a ser héroes, sin desprenderse de sus innumerables taras.
LAS VIRTUDES DE LA NUEVA TEMPORADA
Son muchas las virtudes de la segunda temporada de «The Umbrella Academy», sobre todo porqué se nota una evolución en los personajes. En primer lugar, la ambientación está muy lograda. Ambientada a mediados de los años 60´, la producción se ha empeñado en destacar no sólo las vestimentas, peinados y entorno, sino que también han destacado la importancia del momento histórico que vivía USA en ese entonces. La lucha racial en una nación donde el racismo estaba a la orden del día, con Kennedy en el poder y la crisis de los misiles soviéticos tienen su parte de protagonismo.
Otra de las virtudes de la serie es que explora muy bien a los demás personajes, algunos de los cuáles vivían en la sombra durante la primera temporada. Si durante la temporada anterior el protagonismo recayó sobre Vanya y Klaus, en esta segunda, Allison y «5» asumen la primera línea de la trama. Lo bueno es que no se olvidan de los demás, y se ahonda mucho más en la estructura emocional que une y separa a los 7 (no hay que olvidarse de Ben). El empeño por humanizar a los protagonistas es un acierto que dota a la historia de un drama necesario.
Pero sin duda donde más ha evolucionado la serie es el apartado técnico. Con pocas localizaciones, transmite muy bien la época. Ya no se ve tan oscura y se han cuidado mucho más los temas técnicos, sobre todo con los poderes, que chirriaban un poco en la primera temporada. No han abusado de los efectos especiales, ya que estamos ante una serie que se centra en los personajes, pero visualmente, cuando tiene que haber espectacularidad, la hay bien hecha.
LOS FALLOS Y DECEPCIONES
Por desgracia, en la ausencia de luces es cuando se ven las sombras. The Umbrella Academy ya no era perfecta en su primera temporada, pero sorprendía. Perdida la sorpresa, la apuesta por tramas más profundas a veces hacen que se pierda en su propia historia. Al mismo tiempo, Klaus ya no resulta tan estridente, y esa era una de las gracias de la serie.
El mayor defecto que tiene esta segunda temporada es que la sensación de estar viendo la misma historia. A pesar que esta vez «5» resulta más interesante, queda la inquietud de saber como se habría desarrollado con otra línea argumental. Es cierto que la trama es mucho más compleja, pero el fin es el mismo: evitar el apocalipsis.
CONCLUSIONES
- La segunda temporada es mejor que la primera y no pierde fuelle;
- CINCO está que se sale esta vez, irónico y ácido como nunca;
- La historia de Alisson es actual y toca temas como el racismo y el machismo de la época de los años 60;
- A pesar de tener la sensación de «otra vez intentando evitar el apocalypsis», la serie entretiene y la trama evoluciona;
- Conocemos más en profundidad a los personajes;
- El pasado cuenta el presente y el futuro de la serie sin fisuras.