AÑO: 2017 | TÍTULO ORIGINAL: The Ritual | DIRECCIÓN: David Bruckner | PRODUCCIÓN: The Imaginarium Studios / eOne Films | GUIÓN: Joe Barton (Novela: Adam Nevill) | Música: Ben Lovett | Fotografía: Andrew Shulkind | Reparto: Rafe Spall, Rob James-Collier, Sam Troughton, Arsher Ali, Jacob James Beswick, Paul Reid, Kerri McLean | GÉNERO: Terror | DURACIÓN: 94 minutos.
The Ritual, una de las sensaciones del pasado Festival de Sitges (se levantó el premio a Mejor Actor), llega a Netflix, y qué mejor momento para disfrutar de una obra de terror, de terror del bueno, alejado de modas como los jump scares de turno y donde lo que prima es la atmósfera y su uso para buscar una sensación de miedo que va más allá del sobresalto.
Lo que empieza como una película sobre la amistad enfrentándose a dificultades en clave de terror, desencadena en una cinta de sectas paganas con aliño de mitología nórdica.
The Ritual comienza contextualizando a nuestros personajes, un grupo de amigos que están planeando sus próximas vacaciones, que si Ibiza, Ámsterdam, los montes suecos, etc. Es Suecia finalmente el destino elegido, debido a la muerte de uno de los colegas; hecho que moverá en mayor parte la trama. Ya en la ruta de senderismo sueca para rendir culto a su amigo fallecido, deciden tomar un «atajo» por un bosque cercano. Como era de esperar, empezaran a pasar cosas raras relacionadas con cierta criatura, brujería y diversas alucinaciones.
Es de encomiar el intento que hace The Ritual por desarrollar a sus personajes, no quiere simples peones para ir del susto x al susto y. Aunque no llega a acertar del todo, ya aporta más que muchas propuestas del género. El único personaje con cierta profundidad es el protagonista interpretado por Rafe Spall (el ya comentado ganador en Sitges), todo el conflicto interno gira entorno a él, y solo de él conoceremos sus preocupaciones. Se echa de menos más desarrollo en los demás protagonistas, a los que no se les toma demasiado cariño, y aunque está claro que no llevan el peso de la trama, no pueden importar menos al espectador.
Durante su meridiano la propuesta podría recordar en cierta medida a la archiconocida El proyecto de la bruja de Blair, pero ni mucho menos, se separa de ese planteamiento totalmente y no tiene ningún problema en mostrar y sacar más partido a su mitología interna. Lo que empieza como una película sobre la amistad enfrentándose a dificultades en clave de terror, desencadena en una cinta de sectas paganas con aliño de mitología nórdica. Nada mal la evolución que toma el guion, siempre con el ritmo adecuado, sin que perdamos el interés al filme ni un solo segundo.
Pero más destacable aun es la fusión que toma el guion con el ámbito audiovisual, con una dirección y fotografía cargada de escenarios naturales que forman una atmósfera sublime. En todo momento nos hará sentir el miedo de los protagonistas, desorientados como ellos sin saber a qué nos enfrentamos y evolucionando junto al guion. Esto sí es terror, de hecho, una de sus posibles críticas es caer en el efectismo de los golpes sonoros para intentar sorprender, recurso para nada necesario en la propuesta y que rompe un poco el ritmo.
Concluyendo, The Ritual es una gran película de terror, recomendadísima para todo los amantes del género, con una historia bien construida, un manejo de la atmósfera y el ritmo sublimes, que sin estar exenta de fallos, sus virtudes se pronuncian mucho más alto. Especial atención al director, David Bruckner, primer largometraje en solitario y lo pasa con nota.