The One estrena en Netflix para llevar a otro nivel las app´s de citas, que tan de moda están y tanto daño hacen a la sociedad actual. En esta ficción se juntan la necesidad humana de no estar solos, el todo por el poder y la falta de escrúpulos que va de la mano del dinero. Entretenida, inquietante, y sobre todo, abierta a una segunda temporada.
The One no es una serie más británica. Una de las sorpresas de la temporada llega a Netflix para llevar a las app´s de citas, como Tinder, Grindr, Badoo y demás, al siguiente nivel: inquietante. Bastante inquietante es que exista Adopta un Tío, pero si alguien podía hacerlo, era Netflix y su apuesta por las producciones británicas de calidad. Una serie que va de menos a más, se enrevesa y deja todo abierto a una segunda temporada, con un personaje principal que se come la pantalla.
Pero vamos por partes, como diría nuestro amigo Jack. ¿Y si estuviéramos desti01nados a nuestra media naranja por genética? De esa premisa parte la serie, donde los protagonistas crean una aplicación de citas donde, a través de una prueba de adn que mandas por correo, te encuentran a tu media naranja perfecta, a nivel genético. ¿Suena a locura? Peores cosas se ven (¿En serio, adopta un tío, por qué mejor no un papacito?).
Dentro de la historia, convergen varías historias relacionadas con la maldita aplicación. Explorando las relaciones de los protagonistas, la trama se mueve entre las frustraciones, los deseos y las consecuencias de basar algo como el amor en algo tan frío como una aplicación de móvil. Sin querer dar lecciones morales, The One basa su historia en los personajes y sus motivaciones, así como en una trama que no vamos a desvelar (no al menos en este artículo).
Sobre todos los personajes, se eleva la protagonista de la historia y CEO de la empresa creadora de la app. Hanna Ware, a quien ya vimos lucirse en «Betrayal» y «Boss», se hace desde el minuto uno con la atención del espectador y te atrapa en su telaraña. ¿El poder corrompe? Que se lo digan a Los Favoritos de Midas. En el caso de The One, la transformación de una soñadora como nuestra protagonista, es la clave. El como el poder le consume hasta transformarla es la metáfora perfecta para describir lo que provocan estas aplicaciones.
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Sin ese personaje, la serie se perdería en sí misma. Entretenida y con buen ritmo, recomendada por su trama adyacente y por su perturbadora propuesta. Y si no te atreves a mandar tu propuesta, córtale un mechón de pelo a tu pareja y comprueba si es genéticamente compatible con lo que sientes. La superficialidad del mundo que nos rodea plantea serias dudas sobre la idoneidad de creer o no en algo tan profundo como el amor. Pero por suerte, The One no se pierde en nada profundo, entretenimiento puro y duro y una trama que engancha. No hace falta más.