La receta de Háblame de ti suena deliciosa a priori: comedia francesa, dosis de drama, recuperación de valores humanos y familiares de su protagonista tras una vida entera siendo un capullo… A priori, cuanto menos.
Háblame de ti no es un mal film, en absoluto, pero en sus 100 minutos parece dispuesta a cerrar la puerta a cualquier intromisión de la magia del cine: su premisa garantizaba, a priori, gratificantes posibilidades de conexión emotiva. Ni rastro.
Hervé Mimran, direcor y guionista de Háblame de ti, nos cuenta la historia de Alain Wapler (Frabrice Luchini), directivo estrella en una empresa de automóviles, de carácter frío y distante, hasta que sufre un accidente vascular cerebral que le deja fuera de combate. Su recuperación lo más pronto posible, merced a una terapeuta de noble motivación (Leïla Bekhti), ante un panorama de feroz competencia empresarial y falta de escrúpulos, se ve enaltecida en su progresión ante la oportunidad de recuperar la relación con su única hija (Rebecca Marder).
Dicho esto, Háblame de ti recuerda poderosamente aquella A propósito de Henry (Mike Nichols, 1991) y a la cual jamás llega a emular porque, cual freno virtual, Mimran parece evitar entrar en ese terreno. Siquiera se atisba opción a ello. La gélida pátina emocional de Alain contamina el resto del film y uno se siente desafortunado por la oportunidad perdida ante lo que parecía la emulsión natural hacia un viaje de redención, tal vez previsible, pero cinematográfico y lejano al distanciamiento emocional que nos invade con el producto final.
Cuando esta historia (inspirada en parte en hechos reales) parecía no salir del frigorífico en el que se había metido (ni siquiera migajas en forma de humor) damos con un tercer acto en el que de repente pisamos terreno patrio (el Camino de Santiago, ni más, ni menos) y rozamos, en el último momento, cierta emoción para acto seguido mancharla con un (involuntario?) feo de género y un ajuste de cuentas divino que rompe con todo. Cuanto menos estos altibajos despiertan a uno del letargo. Algo es algo.