El próximo 4 de Septiembre Netflix lanza uno de sus platos fuertes en pleno inicio del año escolar; pandemia mediante, Away, nos habla de lo lejos que estamos unos de otros en este nuevo mundo globalizado.
Una madre que quizá nunca vuelva a ver a hija; una mujer que posiblemente no vuelva a tocar a su marido; una niña en medio de una situación que no comprende y que no está preparada para vivir. En ocasiones se dan circunstancias que nos colocan en un contexto diferente, en un lugar nuevo, pero rápidamente reconocible a nivel emocional; en estas primeras líneas podría estar hablando de la pandemia mundial que nos acontece, pero estoy hablando de Away, la nueva serie de Netflix que llega en esa ocasión, en ese lugar extraño pero conocido.
La serie nos sitúa en un contexto espacial; la luna, marte, lugares en los que la mayoría de la población nunca estará; aquí el acierto de la serie, no hacer de eso su principal valor, sino del plano emocional que supone estar lejos del hogar y de la gente que te hace ser quien eres, y ahí sí estaremos todos, en ese lugar se estructura la narración; aparentemente nos está hablando de una astronauta que se aleja de todo lo que la sostiene porque la vida la pone ahí, y así es en un terreno de puro entretenimiento y en términos literales; pero en el fondo nos está hablando de la mujer, hombre o niño, que no se reconoce a sí mismo si no tiene alrededor a los suyos.
Decisiones vitales, confianza, lealtad; en una nave espacial o en el lugar de trabajo más común que cualquiera pueda pensar, conceptos universales sobre los que versa toda narración que busca trascender su propio relato; ser capaz de usar las herramientas que proporciona un género concreto para construir algo con lo que todos podamos empatizar; los conflictos humanos que, junto a aquellos que nos rodean, nos convierten finalmente en la persona que alcanzaremos llegar a ser.
CRÍTICA DE «ORÍGENES SECRETOS» (2020)