El Crack Cero | Hablamos con los Protagonistas (Segunda Parte)

El Crack Cero Hablamos con sus Protagonistas

Continuamos con la presentación de El Crack Cero. Acabamos de terminar nuestra charla con la protagonistas femeninas de la cinta y, tras una breve espera, le llega el turno a los protagonistas masculinos, Carlos Santos y Miguel Ángel Muñoz.

La charla comienza con Carlos, protagonista indiscutible de El Crack Cero, contándonos el reto que supuso coger a los personajes de Germán Areta y Moro y hacerlos suyos sin perder la esencia de los mismos, tratando de olvidar a Landa y Rellán a la hora de buscar su punto de encuentro con los personajes, pero manteniendo siempre el respeto por lo que crearon y “entender que ellos marcaron la primera visión del personaje, la que está en la retina de todos, pero que si jugamos a imitarles habríamos fracasado estrepitosamente” y que lo primero que les dijo Garci fue “no imitéis a Landa, no imitéis a Rellán y tratad de hacerlos vuestros”.

Miguel Ángel por su parte corrobora lo dicho por su compañero y hace hincapié en que “la historia que contamos viene antes de lo visto en El Crack y El Crack Dos, es ver cómo eran esos personajes antes del momento en el que los conocimos” y que eso les dio algo de libertad para poder buscar algunos matices diferentes, pero manteniendo la esencia intrínseca de cada uno. Como reto máximo de la filmación, Muñoz indica “el que la gente se ponga las tres películas y no lo note (el cambio de actores en lo referente a esencia del personaje), y que las disfrute”.

Meterse en el papel de Germán Areta tenía muchas papeletas para ser un “marrón” de los gordos: ocupar el lugar de Landa en un personaje tan icónico y carismático en el cine español requiere redaños  y no puede evitar preguntarle a Carlos por ello:

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¿Hubo acojone cuando te llaman y te dicen que Garci te quiere para hacer de Areta?

Carlos: Hubo acojone cuando me dijeron que Garci me quería ver. Solo por conocer a Garci, que no había tenido la oportunidad hasta entonces, me puso casi más nervioso que la oportunidad de encarnar a Germán. Yo crecí con Qué Grande es el Cine, aprendí a diseccionar una película, a amar el cine, descubrí varias películas en ese programa que siguen formando parte de mis diez doce películas favoritas de la historia del cine, tengo grabadas cintas de VHS de esas películas y los debates posteriores y para mí el momento en el que subí a conocer a Garci… estaba más nervioso por conocerle que por otra cosa. Pero claro cuando llegas y de primeras te dice “hombre ¡Si está aquí Areta! Pase usted don Germán”, pues es como que todos los nervios se diluyen y se trasforman en intentar devolver el mejor trabajo posible.

Devolver esa confianza y buscar que estuviera feliz, ese ha sido el objetivo principal de todos en esta película. Ten en cuenta que aquí no ha podido contar con su equipo habitual, del que la mayoría ya están fallecidos: Navarrete, Gil Parrondo, Horacio Valcárcel, etc – se ha rodeado de un equipo mucho más joven – que en cierto sentido creo que le ha rejuvenecido también a él – y creo que ha sido uno de sus trabajos más sencillos, porque todo lo que decía iba a misa, ninguno le llevábamos la contraria y solo queríamos verle feliz. El tampoco es una persona que te imponga una línea muy férrea: es un director súper generoso, te da mucha libertad para trabajar. Pero sí, el acojone era que saliera bien, pero en el rodaje el objetivo era que estuviera feliz con su película y agradecerle con el mejor trabajo posible esta oportunidad de formar parte de la historia del cine, porque cerrar la trilogía del Crack es entrar en la historia del cine.

(A Miguel Ángel) ¿Algo que añadir?

Miguel Ángel: Poco. Mi caso fue diferente. Yo fui el primero confirmado para el proyecto. Garci y yo habíamos trabajado antes en la obra de teatro y teníamos ganas de trabajar más y de grabar algo. Lo habíamos intentado en alguna ocasión, pero yo tenía otros compromisos profesionales y no pude hacer las películas que me propuso. Así que nos quedaba esa espinita y cuándo se empezaba a rumorear el asunto y habíamos hablado de trabajar juntos si se materializaban los rumores. Fuera en eso o fuera en cualquier otra cosa, le pedí que me llamara en cuanto hubiera algo. Y me dijo “tranquilo, que si vuelvo a hacer cine, estarás” y así fue, en cuanto se confirmó que se hacía, el primer actor al que llamaron fue a mí.

El Crack Cero: Admiración Mutua

La charla continúa y los actores recuerdan sus inicios en Un Paso Adelante y Los Hombres de Paco, y de cómo coincidir en aquellos años les ha ayudado a trabajar juntos en este y otros proyectos, pero no exclusivamente por ello, como indica Miguel Ángel, sino “porque le tengo mucho respeto y valoración como actor”.

Ambos actores se intercambian elogios y nos cuentan la importancia de trabajar desde la admiración, de tener presente que estás ahí para contar la historia de otra persona, en este caso Garci, por encima de lo que quieres hacer como actor, y lo crucial de ser generoso en el set con tus compañeros, algo que Miguel Ángel destaca de su relación con Carlos durante el rodaje de El Crack Cero.

Sale al ruedo una pregunta sobre el primer día de rodaje y Carlos aprovecha para recordarlo, cómo estando caracterizados al completo por primera vez, tuvieron la suerte de rodar la primera escena larga que comparten ambos, durante una comida en el bar-restaurante – es una escena en la que se presentan en profundidad ambos personajes: su carácter y sus dejes. Carlos apunta “yo creo que Garci no lo hace por casualidad, es un tipo muy listo”, y recalca que fue una liberación muy grande poder sentir los personajes y presentar su relación el primer día de rodaje.

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Sentado a la mesa con un actor que ha ganado el Goya, es inevitable que el tema salga en algún momento, y cuando lo hizo Carlos nos explicó algo verdaderamente interesante, que se aleja de lo que muchas otras personas dicen o creen que deben decir. Evidentemente el actor se mostró agradecido por el premio y reconoció que “está bien recibir una palmadita en la espalda de vez en cuando, da mucho gusto recibir un premio, pero es algo que se pasa”, pero que “los premios no son para uno, son para los demás, para toda la gente que te apoya y te sufre en tu carrera como actor.»

«Para ti es un momento más en tu carrera, uno bonito, pero esa noche pasa y sigues siendo el mismo actor del día anterior, sigues teniendo que luchar igual por los papeles y por hacer lo que quieres hacer, no te cambia nada más allá de una anotación en tu currículum”. Y recalca, como anotación que me parece especialmente importante, el que el mayor premio de aquella película y de esta, no es el reconocimiento, que es algo bonito, “si no hacer la película en si”.

Lo Mejor Está Por Venir

La reflexión me invita a una pregunta:

Todos los actores tienen un papel que marca sus carreras, que les acompaña hasta que terminan ¿Creéis que Germán Areta y el Moro pueden ser esos papeles para vosotros?

Carlos: Creo que los papeles que han marcado nuestras carreras son, en el caso de Miguel Ángel el Tito Rober y en mi caso Povedilla. Fueron los que cambiaron nuestras carreras y nos hicieron despegar como actores y por los que creo que la mayoría nos asociará y recordará siempre. Lo demás han sido trabajos muy bonitos, papeles muy bonitos como el de Luis Roldán, pero sin duda cuando hay un antes y un después en nuestras carreras en con esos papeles ¿Cambió mi carrera Luis Roldán? No. Es un papel en el que demuestro que ese actor que había detrás de Povedilla y su comedia podía hacer más cosas, cosas serias, pero no ha cambiado mi carrera, ha seguido siendo la misma.

Miguel Ángel: Yo lo cambiaria. Una cosa son los personajes que nos sitúan y nos dan a conocer, con el poder que tiene la televisión, y que tenía por aquel entonces, cuando el prime time en el que se emitían aquellas series eran siete millones de espectadores, y ahora el minuto de oro son dos y medio y ya es una barbaridad. Pero creo que ambos somos muy jóvenes y nos quedan muchos papeles por rodar. Puede que este Areta y este Moro de El Crack Cero sean los papeles que nos marquen, o puede que nos lleguen más adelante como fue el caso de Landa y Rellán en El Crack, o a Paco Rabal que venía de hacer mucho cine, ya era muy conocido, pero de pronto tiene un accidente, le cambia la cara y empiezan a ofrecerle otros papeles, y hoy en día es imposible no recordarle por Los Santos Inocentes. Creo que es una pregunta que la podremos responder mejor dentro de treinta años, que esperemos que sigamos trabajando.»

Areta Investigaciones: Capítulo Uno

La conversación continúa y se habla sobre el lapso de tiempo amplio que existe entre El Crack Cero y El Crack, y la hipotética posibilidad de una cuarta entrega. A lo que Miguel Ángel dice que espacio hay, pero con el buen resultado de esta entrega y la buena recepción de la crítica en general, mejor no tocarlo mucho “no sea que lo estropeemos en la siguiente”.

Y aquí llegó el sorpresón de la charla, pues continúa: “Sin embargo, lo que nos encantaría hacer, y lo llevamos diciendo todo el día de hoy e insistiremos a Jose Luis y a Javier Muñoz y a quien haga falta y nos venderemos para poder hacerlo si surge, es que nos encantaría hacer la serie – “Areta Investigación”, en 1975 y en adelante, en el marco sociocultural de la época, en plena transición, cubrir esos años hasta El Crack resolviendo crímenes”.

Carlos añade “El marco es fantástico – ocurrieron tantas cosas en este país en esa época y aprovechar su belleza y su cambio para envolver una serie de detectives, de dos personajes resolviendo crímenes, me parece una idea muy bonita. Imagina, los personajes poniendo la radio y enterándose de que han matado a Carrero Blanco – “no jodas” se dirían uno al otro, pero seguirían con su caso.

Tristemente el tiempo se agota y la responsable de prensa nos indica que es el momento de cortar esta charla. Hubiéramos hablado varias horas más, pero la presentación de El Crack Cero ha dejado mucha información interesante. Nos damos por satisfechos.