Ciclo Scorsese | El Cabo Del Miedo (1991): Dios y el Hombre

Ciclo Scorsese, infiltrados

Nuestro ciclo sigue avanzando por la filmografía de Scorsese cuando cada vez queda menos para que llegue hasta nosotros El Irlandés. Estrenada oficialmente en las salas de Estados Unidos el pasado día 1 de Noviembre, parece que en España tendremos que esperar hasta el día 15 para verla en cines, o hasta el 27 para su estreno mundial en la plataforma. Mientras, echamos la mirada atrás  y repasamos El Cabo del Miedo.

El Cabo del Miedo es una de las películas más famosas de Martin Scorsese y personalmente es una de mis cintas favoritas, con un apartado visual y una narrativa absolutamente cautivadora e inquietante.

Robert De Niro y Nick Nolte ocupan los papeles protagonistas en este thriller psicológico, que nos presenta una historia de venganza, resentimiento y exploración de los rincones más oscuros, retorcidos y malvados del alma y la psique humanas, sacando a la luz lo fácil que es llegar hasta dónde nunca pensaste que llegarías.

El Cabo del Miedo 1

Martin Scorsese adapta en esta película la novela “The Executioners” de John D. MacDonald, y estamos ante un remake de la película de 1962 del mismo nombre. Y lo cierto es que estamos ante una de las películas del director que más huella ha dejado en la cultura popular hasta mucho tiempo después. Llena de frases míticas y con un villano sublime, la cinta ha sido parodiada en Los Simpson y referenciada en multitud de series y películas.

Y hablando de su villano, Cady (interpretado por un soberbio Robert De Niro, que obtuvo una nominación al Oscar por su papel), podemos decir sin miedo a equivocarnos que estamos ante un personaje que busca colarse, no solo en las vidas de sus víctimas, sino en su psique, en su pensamiento y subconsciente, convirtiéndose en un ente casi omnipresente que domina todas las escenas, incluso cuando no está en pantalla. Y este efecto debemos agradecérselo por igual a la magnífica interpretación de De Niro, como a la maestría de Scorsese tras las cámaras y su acierto a la hora de enfocar y orientar a sus personajes en una película en la que lo que no se dice es tan importante como lo que sí.

Dios y el Hombre

Tomemos como ejemplo la escena en la que Cady llama a la hija de Sam (Nick Nolte), Danielle, haciéndose pasar por su nuevo profesor. En ella los planos se alternan entre la joven y Cady, que realiza la llamada mientras cuelga boca-debajo de una barra, ejercitándose. Y con una corta conversación consigue meterse en la cabeza de la joven, cautivarla, atraerla hacia sí mismo. Esta escena quiere mostrarnos la capacidad de Cady para dominar, de una forma u otra, a sus víctimas.

El Cabo del Miedo 2

Y es una escena que resuena perfectamente con otra, quizás una de las más famosas de la película, cuando Sam encarga a unos matones que le den una paliza a Cady, pero le sale el tiro por la culata y este, sabiendo que Sam está escondido en alguna parte, procede a uno de los monólogos más recordados, reproducidos y parodiados de El Cabo del Miedo y de siempre (“Abogaaado…”).  En el Cady cita a cura, poeta y místico del siglo 17 Angelus Silesius, en unos versos en los que se equipara a Dios, exacto a él en todos los sentidos.

Cady verbaliza una superioridad que está presente en toda la película: es más listo, más fuerte, más carismático, más culto que los demás. Pero sin embargo la película nos muestra en sus detalles, y finalmente en su desenlace, que incluso alguien así está plagado de defectos, más allá de los evidentes por ser un criminal. Y son estos defectos, estos pecados capitales (soberbia, lujuria, ira) los que acaban conduciendo a Cady a su final.

En El Cabo del Miedo el director consiguió alejarse de sus temas habituales, pero trasladó a la cinta todas las señas de identidad de su cine, tratando a los personajes en toda su complejidad, mostrando la crueldad humana como una realidad más y no como una atracción de circo. Siendo natural, crudo, directo, sincero. Y por eso El Cabo del Miedo sigue estremeciéndonos y haciéndonos reflexionar hoy en día.