Como ya adelantase en 1991 la mismísima Laura Palmer, «Nos veremos en 25 años», Twin Peaks regresa a nuestras pantallas para continuar con el misterio y, sobre todo, contarnos qué demonios pasó con los habitantes y el excéntrico agente Dale Cooper, inmerso en La Habitación Roja.
Tras un sinfín de promos, ríos de tinta en Internet y un hype que no hacía más que incrementar por cada día que transcurría, Twin Peaks regresa de la mano de Showtime y, en España, Movistar Series Xtra con dos episodios de 55 minutos de duración que se caracterizan por: 1.- Un guion completamente sólido 2.- El surrealismo de Lynch, a pesar de los años y el riesgo 3.- Una pérdida del encanto de la obra original en favor de una narrativa más profunda 4.- Un tempo dramático similar al visto en la ‘masterpiece’ Mulholland Drive (2001), una de las obras más renombradas del director. Pero pasemos a desgranar qué nos ha parecido esta nueva Twin Peaks concienzudamente.
David Lynch no mentía
A pesar de haber sido avasallado por la prensa y fans sobre las claves del regreso de su icónica serie, David Lynch se ha mantenido -al igual que Showtime- impasible al revelar algo de la ficción, realizando incluso estrictos controles a los actores y equipo de producción durante la grabación -con el objetivo de no filtrarse nada-. Sin embargo, sí que reveló dos cosas que ha cumplido: la importancia de Twin Peaks: Fuego Camina Conmigo, la película-precuela que narraba los últimos 7 días de la vida de Laura Palmer, y los cambios en la estructura narrativa, siendo una película dividida en 18 partes. Y esto es absolutamente cierto. Twin Peaks presenta un tempo y/o narración diferentes al acostumbrado al género televisivo, sin tantos cliffhangers y con una lógica más similar a la de un largometraje. Más causalidad en pérdida de enganche al espectador -que no quiere decir que la serie no lo haga-. David Lynch sabe perfectamente el producto que tiene entre manos y ha apostado por creer en sus propios éxitos del pasado, como Mulholland Drive, ofreciendo algo estructural y ritmicamente similar a esta película en los dos episodios visionados.
En cuanto a Fuego Camina Conmigo, la gran incidencia viene de la mano del personaje Phillip Jeffries -interpretado por el fallecido David Bowie en la cinta-, que hace acto de presencia en el 3×02 y deja entrever que todavía sigue viajando en el tiempo, tal y como se mostraba. Además, el agente Dale Cooper, santo y seña de la ficción, continúa encerrado en la Habitación Roja.
Kyle MacLachlan, omnipresente
Que Kyle MacLachlan se comería la pantalla en cada minuto que apareciese era algo que todo fan podría esperarse. Sin embargo, nadie esperaba una caracterización tan marcada entre su Agente Cooper y Doppelgänger -hermano gemelo malvado-, presentando un aspecto físico muy singular y, por qué no decirlo, gracioso. El ente poseído por Bob es pura maldad, y los dos capítulos visionados bastan para cerciorarse de que será, al menos aparentemente, el gran villano de estos 18 episodios.
Por otra parte, a pesar de que los años pasan para todos, MacLachlan sigue irradiando esa simpatía que derrochaba bajo la piel del agente Cooper. Es cierto que no dice ningún gag gracioso, y que puede que esa simpatía venga de la mano de su etapa pasada, pero es inevitable sentir cierta sensación reconfortante al verlo en pantalla.
La Habitación Roja y el surrealismo de Lynch, tan maravillosos como siempre
Otro de los aspectos que se antojaban interesantes para cualquier seguidor de la serie era la recreación de la nueva Habitación Roja, uno de los escenarios más trascendentes dentro del mundo de la televisión. Pues bien, a pesar de tener una cierta paleta de colores más suaves que la original, se muestra igual de misteriosa y onírica que siempre. David Lynch no se ha cortado ni un pelo al mostrar lo que ocurre en ella y, a pesar de que los fans y las Redes Sociales son mucho más crueles que allá por los 90′, ha desprendido toda su magia, con un árbol sicamor parlante incluido. También ha establecido puentes entre la conexión del mundo real con las Logias (Blanca y Negra), esa «brecha entre dos mundos», y el guion hace especial incidencia en esto. Tanto él como Mark Frost son auténticos expertos en el desarrollo de una trama, y os aseguro que no habrá ni una sola laguna que se tercie.
La historia trasciende de escenario
Mientras que la obra original se desarrollaba íntegramente dentro del pueblo de Twin Peaks, esta continuación va mucho más allá. Tal y como adelantaba el libro La Historia Secreta de Twin Peaks, la ficción trasciende mucho más allá, por lo que estaremos tanto en las inmediaciones de la localidad como en Nueva York, Las Vegas o Dakota del Sur, siendo escenarios que presentarán una serie de tramas independientes pero conectadas bajo el mismo común denominador. David Lynch firma con pulso de hierro la unión entre ellas, no desubicando al espectador en ningún momento.
El Ente del Mal sigue muy presente
Este punto nos lleva al último apartado: Bob, el espíritu del mal. Aunque en Twin Peaks pareciese que obrase únicamente en esa localidad y los alrededores, como el pueblo de Teresa Banks, nuevamente La Historia Secreta de Twin Peaks adelantaba que era algo que se reproducía durante la historia y los lugares. Por ello, una de las tramas -aparentemente, porque todo puede cambiar en un visto y no visto- muestra un asesinato que reúne todos los requisitos para ser la nueva obra de Bob, presentando muchas similitudes con el asesinato de Laura Palmer y el cómo este ente actuaba por medio de Leland Palmer. Estad muy atentos.
En definitiva, no voy a decir que me ha encantado, porque a expensas de un segundo visionado no lo ha hecho. No obstante, sí que supone un revival magníficamente realizado más de 25 años después, con todo lo que ello supone, en el que se pierden algunas de las piezas claves de la serie -como el sheriff Harry S. Truman o El Hombre de Otro Lugar-, pero se mantienen otras como la Tarta de Cereza, el sonido envolvente y un misterio por resolver. Bienvenido de nuevo, David, te echábamos de menos.
Si te has quedado con ganas de más, no dudes en echar un vistazo a nuestra review de American Gods, la otra serie del momento. ¡Nos vemos en los comentarios!