Sziget 2022. Día 6. El final de una gran aventura

Repasamos la última jornada de Sziget 2022, un festival increíble.

Ultimo día de Sziget, momento ideal para arrepentirse de todo lo vivido, sobrevivir a las horas de sueño acumuladas, y dejarse caer por las actividades diurnas del festival. En este caso, elegimos ir al circo, a ver un Show de una compañía húngara, que fue, sencillamente, espectacular.

Por la tarde, desde bien prontito, nos acercamos al Freedome, a ver a los daneses Iceage. Hacia 7 años que no les veía, y ofrecieron un concierto mucho más «rockero» y no tan Nick Cave wannabe, como recordaba del pasado. No estábamos muchos en primeras filas, pero los que estábamos, disfrutamos ampliamente de la profundidad de su propuesta, que ha madurado mucho en este tiempo. Han conseguido que me reenganche a su música.

Ya enganchado estaba a la propuesta de los irlandeses Inhaler, que proponen un rock que puede recordar al de bandas como Catfish & The Bottlemen. Han venido con fuerza, y su primer disco está cargado de hits, entre los que destaco, These Are The Days. Un hit generacional, para un concierto notable con un público entregado. Veremos por donde sigue su carrera.

Posteriormente, vino el turno de Princess Nokia. Al igual que con Slowthai, apetecía un concierto de sonidos guarros, tempos rotos, y tresillos por doquier. No había mucha gente, porque la mayoría ya estaba en posición para ver a Arctic Monkeys, pero fue un espectáculo estupendo de principio a fin, divertido y muy bailable.

Me acerqué un poco a ver a Arctic Monkeys, pero más por estar con mis amigos, que con la intencion de disfrutar el concierto. 20 minutos duré, decidí salirme, y acabe en el Europe Stage, disfrutando de música tradicional húngara, uno de los must en el festival.

Al poco de esto, empezaban Fontaines D.C, otra banda irlandesa con muchísimo futuro por delante, con maneras de headliners, y que recuerdan por momentos a varias de las mejores bandas británicas de los 80. Hit tras hit, público entregadísimo, y concierto mágico para cerrar las guitarras del festival.

Aunque después, vino la gran sorpresa del festival. Conocía a Bob Moses, pero no me esperaba este concierto sobresaliente. Sensibilidad, sensualidad, potencia, tralla, como los hermanos olvidados de Rufus du Sol, fueron uno de los mejores cierres de electrónica de todo el festival, una autentica delicia que aun sigue en mi cabeza.

Y para cerrar el Freedome por todo lo alto, asistí a la sesión de Tokimonsta, que tiró tralla y ritmos rompe zapatillas para cualquiera que quisiera meterse en la oscuridad de su propuesta. Estábamos muy poquitos, ya que la mayoría, estaba en Elrow cerrando el festival. Pero que locura y que privilegiados de disfrutar un proyecto así a las 03:00 AM en Sziget.

Por ultimo, quedaba una hora hasta el final de Elrow, y decidí acercarme. Era una fiesta/orgia de color, un broche final para un festival lleno de amor, compañerismo y fraternidad. Todo lo bueno termina. Había ganas de volver a la isla de la libertad, tras 3 años de sequia, las expectativas estaban altas, y no nos ha decepcionado. Al revés, hemos vuelto con más ganas que nunca de repetir. Ni el polvo, ni los precios desorbitados, han podido con la preciosa energía, las nuevas amistades, los amores pasajeros, y la oferta musical incomparable. Sziget 2022, ha sido increíble.