Sabemos cómo es la noche, pero la de Barcelona tiene vida propia. Mario Casas llega al Festival de Sitges 2020 con No matarás, su particular (alerta: cliché) descenso a los infiernos de la mano de David Victori, director de El pacto.
El neón me fascina. Lo hipnotizante que es y esa misteriosa oscuridad que reside en él. Tal vez por eso soy capaz de ver una película de Nicolas Winding Refn sin entender la mitad y no aburrirme. Cualquier obra que cuente con algo de neón va a interesarme de primeras, y No Matarás no iba a ser la excepción.
Dani es un hombre que comúnmente denominaríamos «bueno». Lleva una vida honesta y se ha mantenido al lado de su padre en los últimos tiempos de vida de este. Su apacible existencia dará un giro radical en cuanto conozca a Mila, una joven misteriosa y sensual que le mostrará los peligros que esconde la noche barcelonesa.
No vamos a descubrir en pleno 2020 que Mario Casas es un actorazo. El protagonista de obras notables como Toro o Grupo 7 convence un poco más a sus detractores, que no son pocos, con cada nuevo estreno. La cantidad de registros que maneja evoca rápidamente al caso de Robert Pattinson, ese actor que logró quitarse la etiqueta de ídolo adolescente. Mario Casas es similar al «actor de Crepúsculo» en ese aspecto: fue, y es, un ídolo adolescente al que la etiqueta nunca le ha pesado, pero que pocos quieren que no lo haga.
No Matarás es la enésima confirmación de Mario Casas como uno de los mejores actores del cine español. Aquí nos ofrece un registro muy contenido, contrario totalmente al que ofrece en Toro, aunque ambas películas podrían ser consideradas hermanas de otra madre. Mientras que la obra de Kike Maíllo debía su atractivo a la historia, No Matarás es una película de dirección. Lo que debería transmitir David Victori con su nueva película lo logra a través de la dirección y de las actuaciones. La historia predecible en gran medida, pero no se hace nada pesada gracias al magnífico trabajo visual de Victori y su equipo. Para la posteridad del cine español queda esa escena con Mario Casas, Milena Smit (terrorífica) y Fernando Valdivielso (terrorífico) en una pesadilla de neón a la luz de la luna de Barcelona.
SITGES 2020: ‘LA VAMPIRA DE BARCELONA’, ESCONDIDO EN LA LUZ
Podría haber sido más de lo que es, pero No matarás es una obra notable con un estilo visual espectacular que convierte Barcelona en algo diferente a todo lo que hemos visto antes. Sitges 2020 puede presumir de haber albergado al Mario Casas más crepuscular que hemos visto.