Movistar + continúa con su apuesta por series documentales de calidad, enmarcado en su apuesta por la no ficción en su canal #0. En esta ocasión, el primer capítulo de El Palmar de Troya, deja el miedo en el cuerpo y las ganas de avanzar en la historia de esta secta, la cual está en activo en la actualidad.
El primer capítulo de El Palmar de Troya no se anda con rodeos y va directo al grano, presentando los primeros compases de la secta. Se trata de una serie documental dividida en tres partes, y en esta primera ya deja entrever el proceso de investigación y la riqueza de la información recaudada por el equipo que la produce.



En Marzo de 1968, tres niñas de corta edad aseguraron que habían presenciado a la Virgen María en la finca de Alcaparrosa, cerca de El Palmar de Troya, provincia de Sevilla. En este punto arranca la serie, donde a través de imágenes reales, escenas con actores, recreaciones y entrevistas, nos conducen por la historia de esta iglesia que acabó haciéndose global.
El primer documental, que estrena el 6 de Febrero de 2020, es la piedra angular sobre la que se mueve la historia, enseñando imágenes reales de los protagonistas de esta historia que a día de hoy sorprende a expertos. Sin entrar en lo que nos cuenta, lo cierto es que la producción está muy cuidada, respetando en todo momento a los fieles palmarianos y simplemente contando sus historias, las que ellos mismos han decidido compartir.



Lo interesante de esta serie documental es que atrapa al espectador desde los primeros compases de la emisión, pues quien la cuenta lo ha vivido de primera mano. «Contarás lo que has visto o dirás que lo ha visto». Con esta frase lapidaria se resume la fuerza que ha tenido esta iglesia sobre sus feligreses.
Una primera toma de contacto que deja con ganas de saber más, de descubrir esa información que ayude a entender como de unas apariciones se pasó a una de las iglesias más poderosas del planeta. Hay que recordar que no es una historia desconocida, pero sí ignorada, y lo que trata de hacer esta producción, es contarlo de la manera más fidedigna posible. En cierto modo lo consigue, a pesar de haber sido seleccionadas las entrevistas a emitir. Destacar la importancia del cura francés, hilo conductor de la visión que tenían y tienen los fieles, de los dirigentes de la Iglesia Palmariana.



A la espera de la emisión de los episodios restantes, las sensaciones son positivas, estamos ante un trabajo de mucha calidad y con un cuidado especial hacia la información y los medios obtenidos. Se emiten desde documentos visuales con más de 30 años de antigüedad, grabaciones sonoras de la época, fotografías y un sinfín de material inaudito que dota al documental de veracidad y rigor periodístico.