Los ingredientes de la contienda son los siguientes: Mad Max: Furia en la carretera, Warner Bros y el ex-director de la saga Geroge Miller.
Es bastante unánime la aclamación de Mad Max: Furia en la Carretera como una de las mejores películas de los últimos 20 años. Y ello conlleva un éxito de crítica, pero también de recaudación; y como poderoso caballero es don dinero, aquí llega el germen de la disputa.
George Miller, ha demandado a Warner Bros por ingresos no percibidos. Explicamos. El presupuesto oficial de Mad Max: Furia en la Carretera era de 150 millones de dólares, 200 millones si le sumamos la campaña de marketing y distribución, 157 millones al contar un bonus que Warner le había prometido a la productora de George Miller, Kennedy Miller Mitchell, si se mantenía en esa cifra.
Según el director el estudio se excedió a propósito el presupuesto, con la intención de ahorrarse dicho bonus.
Cuando eramos felice
La demanda habría tenido lugar en septiembre. La propia Kennedy Miller Mitchell fue quien llevó el caso a un juzgado de Nueva Gales del Sur.
La productora, siempre según ella misma, tendría derecho al bonus de siete millones de dólares si se sustrajeran estas «decisiones» de Warner del resto del presupuesto. La compañía considera además que la ‘major’ violó un acuerdo de oferta previa cuando accedió a co-financiar un 12,5% de Mad Max: Furia en la Carretera con RatPac Entertainment.
El gran problema de esto, recae en que las posibles secuelas, medio confirmadas por otro lado… queda suspendidas en el aire. La secuela de Furia en la Carretera y la precuela sobre Imperator Furiosa tendrán que esperar a ver en que queda la contienda.
Crítica de Atómica (2017): Imperator ¿Furiosa?
«Preferiríamos mucho más hacer películas con Warner Bros. en lugar de litigar con ellos pero, después de intentarlo durante más de un año, no hemos podido llegar a una solución satisfactoria y ahora hemos tenido que recurrir a una demanda para arreglas las cosas» (Miller y Mitchell)
La otra cara de la moneda,Warner, ya se ha pronunciado al respecto. Ellos consideran que Nueva Gales del Sur es «claramente un foro inapropiado» para arbitrar el conflicto, opinión desestimada por el juez David Hammerschlag.
«No estamos de acuerdo y nos defenderemos enérgicamente en contra de estas afirmaciones»