Esta llamando la atención de parte del público uno de los últimos “documentales” publicados, esta vez en Netflix. En cinéfilos frustrados ya lo hemos «A los gatos, ni tocarlos» y aquí os traemos nuestras sensaciones, de forma que esperamos ayudaros a solventar vuestras dudas en el caso de que estuvierais pensando en darle al play a este contenido.
Estrenado en diciembre del recién finalizado 2019, 3 capítulos son los que conforman “A los gatos, ni tocarlos: Un asesino en internet”. Con una duración aproximada de una hora, cada uno de los tres capítulos nos va narrando el desarrollo de una historia que, si bien como un “juego”, su fin trastoco la vida de varias personas.
Respondiendo de forma directa y sin titubeos a si merece la pena invertir 3 horas de vuestro tiempo en ver este documental, la respuesta es si. Como todo buen documental, “A los gatos, ni tocarlos: Un asesino en Internet” no solo desarrolla una historia que puede ser para el público más o menos interesante, si no que también nos hace reflexionar.
Este documental esconde un mensaje de gran importancia para la sociedad actual, tan conectada al mundo online y alejada de la idea de que los actos que realizamos tras una pantalla pueden tener importantes consecuencias en la vida real.
Como breve resumen ( procuro no hacer ningún spoiler en los artículos que redacto), el documental se inicia con la subida a internet de un vídeo donde una persona mata a un gato. Este hecho provoca el enfado de varias personas en Facebook. Se inicia una búsqueda virtual por parte de un grupo de usuarios de esta red social que tiene como único objetivo desenmascarar al culpable.
El documental entremezcla entrevistas personales con personas que fueron de gran importancia en el desarrollo de la historia y grabaciones reales de personas o lugares relacionadas con los acontecimientos sucedidos.
¿Pero que es lo que tiene este documental para destacar por encima de la media de los productos de su genero? El estilo. “A los gato, ni tocarlos” en su inicio se aleja de las técnicas y narrativas propias de los productos de su genero. No trata de hacerte ver claramente que lo que te esta contando sucedió realmente tal y como se narra. Si bien es cierto que esta sensación se va desvaneciendo conforme avanzas capitulo a capitulo, la impresión inicial consigue que el espectador se enganche a lo que nos están contando, por poca importancia que nos parezca que tenga, al menos en un principio.
Como indicaba anteriormente, “A los gatos ni tocarlos” consigue ser un documental de gran intereses por los mensajes y las reflexiones que lanza al espectador. A diferencia de otros documentales, “A los gatos ni tocarlos” no se centra en una única idea. Aprovecha la historia que cuenta para poder ponernos frente al espejo en ciertas actitudes que podemos tener de forma normal en nuestro día a día.
El mundo online, el acoso, la búsqueda de la fama, la obsesión…son algunos de los temas que “A los gatos ni tocarlos” trata. Ameno y de fácil digestión, este último documental de Netflix no solamente puede atraer a los amantes del género, si no que es un producto que puede gustar a cualquiera. La claridad con la que va narrando los distintos hechos hace que seguir el hilo de la historia sea una tarea sencilla, a pesar de que la profundidad de los asuntos que trata nos provoque un dialogo interno algo mas complejo.
Tengan un feliz inicio de año.