Will Smith está a un paso de ganar el Oscar por El método Williams, un amable biopic que se une a la creciente lista de films históricos sobre el mundo del deporte.

Tan solo uno necesita ver el póster de El método Williams para ver con qué película se va a encontrar. En los últimos años ha crecido la lista de biopics sobre el mundo del deporte y, ya sea por casualidad o tendencia, tienen un estilo ciertamente similar; Battle of the sexes y Ford v Ferrari son dos claros ejemplos. Con estos dos precedentes relativamente recientes, El método Williams me transmitía un aura familiar y amable.

El método Williams nos relata cómo Richard Williams, padre de las tenistas Serena y Venus Williams, convirtió a una familia humilde de Compton (California) en una de las más importantes que el deporte ha conocido. Vemos a Serena y Venus Williams desde una perspectiva que tan solo conocen aquellos que hayan estudiado su infancia. Independientemente de si te interesa el tenis o no, resulta verdaderamente interesante gracias a un montaje dinámico y un reparto en estado de gracia encabezado por Will Smith, el motor de la película.

El método Williams

Llevamos años viendo a Will Smith, protagonista de la mítica El príncipe de Bel-Air, en productos meramente comerciales. Su pretensión en los últimos años ha sido reventar la taquilla y seguir elevando su figura de estrella de Hollywood. Puntualmente, Smith ha intentado unirse a la carrera por el Oscar con cintas sin más pretensión que empujar al actor a coger el tren que le llevara al teatro DolbyTM. La verdad duele fue su intento más claro (y fallido) por hacerse con el Oscar; es más, su no nominación levantó un aluvión de críticas hacia la Academia que aún hoy retumban en la meca del cine.

Con El método Williams, Will Smith tiene el Oscar a un paso. Tan solo Andrew Garfield y Benedict Cumberbatch presentan suficientes papeletas para cuestionar su victoria, mientras que Javier Bardem y Denzel Washington quedarán presumiblemente relegados a un tercer plano. Smith ganó en los Globos de Oro y encabeza todas las quinielas. Una derrota suya el día 27 de marzo se antoja complicada. Hay quien puede pensar que será una victoria dada la floja competencia de este año, pero nada más lejos de la realidad. Su trabajo en El método Williams es más que remarcable. Se mimetiza en su personaje hasta un punto que dejas de ver en él al joven Will de El príncipe de Bel-Air.

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El método Williams es una película hecha por y para Will Smith. Es una evidencia que ni lastra ni quita valor a un film autosuficiente. Esto se traduce en que ha logrado imponerse a la irrelevancia y se ha alzado con seis nominaciones a los Oscars. Difícilmente logrará ganar mejor película o guion adaptado, pero en mejor actor, que es donde más brilla la película, tiene su oportunidad. Films así nunca serán imprescindibles, pero tampoco sobrarán.