AÑO: 2017 | TÍTULO ORIGINAL: The Void | DIRECCIÓN: Jeremy Gillespie, Steven Kostanski | PRODUCCIÓN: Cave Painting Pictures. JoBro Productions. Film Finance | GUIÓN: Jeremy Gillespie, Steven Kostanski | REPARTO: Ellen Wong, Kathleen Munroe, Aaron Poole, Kenneth Welsh, Art Hindle, Daniel Fathers, Stephanie Belding, Amy Groening, Trish Rainone, Evan Stern, Mil Byskov, James Millington, Grace Munro, David Scott, Jason Detheridge | GÉNERO: Terror. Ciencia Ficción | DURACIÓN: 90 minutos.
Desde su muerte, H.P. Lovecraft ha sido uno de los escritores de Terror más aclamados por los diferentes lectores. Su uso del Terror Cósmico, género que inventó (a pesar de haberse basado en otros literatos), y de la particular forma de generar miedo ha sido reutilizada por multitud de cineastas para apoyar sus obras. A mi mente vienen ejemplos como El Palacio De Los Espíritus (1963), El Monstruo Del Terror (1965) o ¿Por qué lloras, Susan? (1967) como títulos que han sabido tomar prestado las beneficiencias de su estilo para empacar sus obras y convertirlas en títulos sólidos. Ahora, unos cuantos años después, nos llega The Void (El Vacío) como la última demostración de tomar a un autor y, casi literalmente, «adaptar» su obra para construir una narrativa inquietante.
Desde el país colindante a los Estados Unidos y que, desgraciadamente, tan poco se le menciona salvo para las películas de Xavier Dolan, Canadá, nos llega esta película dirigida por Jeremy Gillespie y Steven Kostanski que pretende ser un homenaje al cine ochentero y, como se ha mencionado, al tan utilizado Lovecraft. Para ello el filme nos sumerge dentro de una ambientación inquietante y atrayente, con un policía de servicio que se encuentra a un herido en medio de la carretera, sumado a unos hombres disfrazados de una secta con triángulo invertido. Pero, ¿de dónde vienen las referencias al escritor de Providence?
La primera de ellas, y la más clara, es el modo de plasmar el horror. Es decir, Terror Cósmico. Lovecraft apostaba por una representación deprimente de la vida humana y el no somos nada dentro del Universo, tan solo unos seres de tres dimensiones que no tienen conciencia del basto poder que hay ahí fuera. Además, si alguien descubría los secretos que envolvían el cosmos enloquecía, porque su conciencia de ser humano no estaba lo suficientemente capacitada para lidiar con esa realidad. Este es, podría decirse, uno de los grandes pilares (o el que más) que supeditaban la literatura de Lovecraft, sumado además a la presencia de los Grandes Antiguos, unos seres de poder inimaginable que poblaron la Tierra, fueron expulsados por realizar Magia Negra y ahora están tratando de regresar desesperadamente. Pues bien, desde The Void se recoge todo esto y se le da una leve reinterpretación para hacer la obra suya. Pongo ejemplos sin caer en el spoiler: la propia secta (en las obras de Lovecraft hay más sectarios que flores en el campo), el propio culto a unas misteriosas deidades «más viejas que Satanás» (blanco y en botella), los constantes planos referenciales a un cielo abrupto del que algo sale y el uso de un logotipo -o una seña- sobre lo que se forma cierto culto. A Lovecraft le atraía mucho el plasmar seres que reverenciaban -o que se reunían, llámese como quieran- en torno a un algo representativo. Por ejemplo, en el relato Dagón era un monolito esculpido en una isla y aquí es el propio triángulo invertido.
Pero, dejando a nuestro querido Lovecraft de lado y centrándonos en la propia película en sí, en la chicha de The Void, encontramos un ejercicio de Terror que no desfallece en ninguno de los 90 minutos de duración y con grandes dosis de gore. La historia se plantea de manera tradicional, con una estructura en 3 Actos (planteamiento, nudo y desenlace) muy marcada y, eso sí, un devenir de los acontecimientos que nunca queda del todo claro. Desconozco si será una intención de Gillespie y Kostanski, también guionistas, o si de lo contrario será un fallo de narrativa, pero hay cierto momento en la trama donde todo parece irse al garete y no tenemos muy claro el por qué. Al menos el devenir de la acción nos permite seguir enganchados y al final parece que todo cuadra, parece.
«The Void es un buen ejercicio de Terror, que cumple».
En definitiva, The Void es un buen ejercicio cinematográfico de Terror que cumple con sus credenciales y ofrece 90 minutos realmente entretenidos. Dentro de ella encontramos muchas cosas tomadas del cine de Terror de lo 70-80 y una narrativa supeditada en la obra de H.P. Lovecraft, por lo que los lectores del escritor de Providence verán muchas referencias bien planteadas, aunque quizás demasiado evidentes. Y a ellos me dirijo para mencionarles la escena final: estad atentos, porque servidor se quedó boquiabierto (sólo faltó un breve diálogo con un «hola, mi nombre es Nyarlathotep y esta es mi morada». Eso sí, NO os esperéis ningún peliculón. Es, simplemente, un filme que cumple.