Cristal Oscuro: La era de la resistencia es el estreno destacado de la plataforma de streaming Netflix para este último fin de semana de agosto. Funciona a modo de precuela de la película original del tristemente desaparecido y genio marionetero, Jim Henson. Tras ver ya 5 capítulos, o lo que es lo mismo, media temporada, puedo decir que luce increíblemente maravillosa y el respeto hacia la obra primigenia es total.
Cristal Oscuro: La era de la resistencia, se sitúa en otro mundo, en otro tiempo, en otra era. Thra es un maravilloso planeta que gira alrededor de 3 soles y en cuyo centro se sitúa el cristal de la verdad, fuente de toda vida. Durante muchos milenios se vivió en paz y harmonía en Thra, hasta que hace casi mil años hicieran su aparición dos nuevas especies… Los sabios y gentiles Místicos y los horribles y codiciosos Skeksis. Estos últimos se hicieron con el control del poderoso cristal, sometiendo al resto de seres de este fantástico mundo. Tres Gelflings, las criaturas más unidas a la fuerza del poderoso cristal, descubren un secreto que hará tambalear el sistema establecido por los avaros Skeksis.
Es inevitable hablar de la película de Cristal Oscuro de 1982 cuando se habla de esta serie (también está disponible en Netflix). Aquella es una auténtica obra de arte dotada de un universo sorprendentemente gigantesco para una un filme de tan solo 93 minutos. Es el primer largometraje de la historia en ser realizado por completo con marionetas y escenarios móviles. Todo es artesanal, lo que le otorga una calidad imperecedera y una autenticidad bárbara a este cuento de hadas. Tiene la capacidad de transportarte a esos espectáculos de marionetas y titiriteros callejeros de los que disfrutabas en la infancia, pero con el añadido de un maravilloso entorno totalmente vívido, con una enorme cantidad de detalles que no puedes dejar de admirar durante toda la película. La historia es magnífica, encuadrada dentro de lo que se denomina el monomito o periplo del héroe y con un enorme simbolismo de que el bien y el mal, el yin y el yang, el dualismo en el universo, forman parte también de la verdadera esencia de todo ser humano.
Esta nueva Cristal Oscuro: La era de la resistencia es totalmente respetuosa con la obra original en todos y cada uno de los aspectos. Casi la totalidad de sus elementos están creados a mano, marionetas o animatronics, escenarios incluidos, sin apenas CGI, eximiendo por supuesto del uso de pantalla chroma para eliminar a los operarios y los hilos o pequeños mecanismos empleados para el movimiento de ellos. Esto se ha intentado llevar hasta el límite, evitando en lo posible el uso de gráficos generados por ordenador. Solo se ha usado para pequeños detalles, para retocar, no para crear, por ejemplo, añadir algún movimiento facial en la cara de algún personaje. Incluso en la secuencia del monstruo formado por rocas que se mueven a su antojo, se ha usado para mover a los marionetistas y no para crear la criatura. El resultado es realmente impresionante. No os perdáis el documental, también estrenado esta semana en Netflix, del cómo se hizo esta serie.
El nivel de detalle es tan brutal, se nota que todo se ha creado con mucho cariño y mucho trabajo. Todo lo que se ve en pantalla está físicamente ahí, cada piedra, cada hoja, cada objeto. Los movimientos de los personajes son reales, las caras son pequeñas obras de ingeniería animatrónica recubiertas con máscaras de látex realizadas por hábiles artistas. Es una pasada ver cómo la cámara se mueve alrededor de los enormes escenarios creados. Es imposible recrearse en todo el maravilloso mundo concebido para la ocasión y solo puedo pensar en volver a ver la serie entera en cuanto la termine.
La música y el uso del sonido son sobresalientes. Hacen que parezca que estés dentro de ese maravilloso mundo. Por ejemplo, los momentos en el que la acción se traslada a los bosques dan una sensación tremenda de sosiego, puedes escuchar a los pájaros y demás animales o insectos, incluso el viento que mueve las hojas y plantas del paisaje. La fotografía es preciosista y el montaje es exquisito, dota a la serie de una emotividad inusitada, transmitiendo a su antojo en cada secuencia lo que se pretende. En esta primera mitad de temporada ya me ha arrancado un par de veces la lagrimilla.
Cristal Oscuro: La era de la resistencia es un cuento de hadas oscuro. Tenebroso y terrorífico a veces, otras veces luminoso y tierno. Además de un sentido del humor del que disfrutan grandes y pequeños, algo que Jim Henson siempre tenía en mente. Él era un artista contracultural, tremendamente imaginativo a la par que ambicioso, además de un trabajador incansable. Aunque siempre estaba inmerso en multitud de proyectos, casi invariablemente manejó él mismo a su marioneta estrella, la Rana Gustavo, desde 1955 hasta el año de su muerte en 1990, una pérdida ciertamente irreparable.
En resumen, una serie perfecta para masticar lentamente, degustar, disfrutar de una magia de otra época, una época más simple y más auténtica, para volver a sentirnos niños, ilusionarnos, emocionarnos y maravillarnos a cada instante. Aunque no seas fanático, como el que escribe, de la película original, da igual, dale una oportunidad a este auténtico regalo para los sentidos que es Cristal Oscuro: La era de la resistencia.