Crítica de Ola de Crímenes (2018): Empoderamiento de cachiporra

Ola de Crímenes

Ola de Crímenes es la nueva película de Gracia Querejeta, junto con Maribel Verdú, Juana Acosta, Paula Echevarría y Antonio Resines, entre otros. ¿Quedará alguien vivo en esta comedia negra?

Gracia Querejeta no es solo la hija de uno de los principales productores que ha dado este país, también lleva más de dos décadas dedicada a la dirección, tanto en televisión como en cine. Ha estado detrás de episodios de Hospital Central, Víctor Ros, Sin identidad y Cuéntame cómo pasó. Por su labor en la gran pantalla tiene dos biznagas de oro, una  de ellas por 15 años y un día, y la nominación al Goya por Siete mesas de billar francés (parece ser que los títulos con cifras le traen suerte). Experiencia tiene de sobra, pero ninguno de estos trabajos hacen presagiar que fuera a tener buena mano con la comedia.
¿Se equivocaron los augurios? Pues digamos que ni aún llamándose Gracia hace honor a su nombre. Ya lo decíamos a la hora de hablar de Los 50 son los nuevos 30: no es suficiente con tener un guión divertido, hay que saber transformar el chiste escrito en imágenes. Y eso no es fácil, está a la altura de muy pocos cineastas. No necesariamente mejores, ojo. Pero sí con otro tipo de habilidad.
La primera risa aparece a la hora y diez minutos (lo miré en el reloj) de la mano del actor Miguel Bernardeau. Sí, a la hora y diez minutos, eso no es precisamente buena señal, y menos en una cinta de aproximadamente hora y cuarenta minutos. Hasta entonces hay momentos simpáticos y leves sonrisas, pero nada que justifique realmente la etiqueta de «comedia». El otro momento gracioso llegará veinte minutos después y también de la mano de Bernardeau. Al final, en una película repleta de primeras figuras, este actor prácticamente desconocido es lo más simpático de la trama. Y estamos hablando de un elenco de verdadero lujo:
Maribel Verdú se ha convertido en la actriz fetiche de la directora. Sale muy guapa y está muy bien, pero es que ella es muy guapa y siempre actúa muy bien. Por momentos recuerda actuando a Carmen Maura, pero por supuesto eso nunca puede ser malo. Juana Acosta sale verdaderamente espectacular, pero es que Juana Acosta ya es espectacular. Paula Echebarría lo mismo, está muy estilosa porque ella es muy estilosa. Por cierto, así a modo de curiosidad: Qué llamativo el número de planos de escotes, piernas y tacones que hay de las tres actrices. Tampoco es que uno no sepa si lo ha rodado Querejeta o Torbe, pero la atención te la va a llamar.
Antonio Resines lleva la parte dramática de la película… pero de otra película completamente distinta. De hecho, está exactamente en Todo por la pasta. No significa que no esté bien. Resines siempre está bien… en cine. Todo el histrionismo al que nos tiene acostumbrado en televisión se torna en contención de los elementos interpretativos cuando trabaja en una película. No parece si quiera que estemos ante el mismo actor. Nora Navas está muy simpática haciendo de vasca (en el sentido más estereotipado de la palabra). Está más vasca que en todo el reparto de Siete apellidos vascos. Ahora bien, es una roba escenas nata (vamos, lo que viene a ser Nora Navas). Javier Cámara va con el piloto automático, pero vamos, que tampoco es que su papel necesitara mucho más.
El elenco, entonces bien. Pero por encima de todo está la labor como músico de Federico Jusid. Su partitura a medio camino entre la comedia y el suspense es lo mejor de la película y una de las mejores bandas sonoras del año. Claro que estamos hablando del músico de El secreto de sus ojos. No esperábamos menos de él. Luce especialmente en unos créditos a lo Saul Bass cuya banda sonora que podría haberle firmado Hernry Mancini a Blake Edwards.
El mensaje final no me quedó claro si iba sobre empoderamiento femenino. No es exactamente Chicago y su peligrosa unión de asesinato y feminismo, pero tampoco se aleja mucho. No sé qué hubiera pasado si se hubieran intercambiado los géneros, pero al demonio los juicios morales. Esto está por encima de eso. Es cine, una de las más grandes creaciones de la historia de la humanidad. Para los hijos de Torquemada ya está Twitter.