Feria: La luz más oscura es el título de la nueva serie española de misterio sobrenatural que estrena Netflix este viernes 28 de enero de 2022. Creada por Agustín Martínez y Carlos Montero, pareciera a primera vista la unión perfecta para la serie, pues uno tiene experiencia en crear series de misterio y el otro en series sobre adolescentes.
Feria: La luz más oscura nos sitúa en 1995 en Feria, un bello pueblo rural situado en el sur de la provincia de Badajoz. Tras la noche de San Juan, una redada policial irrumpe en la casa de Eva (Ana Tomeno) y Sofía (Carla Campra). Buscan a sus padres. Unos padres que parecían normales… Atentos y cariñosos, pero al parecer, son los únicos integrantes desaparecidos de una secta que ha saldado la noche de San Juan con 23 cadáveres. Las niñas se convierten en el centro de la tragedia. El pueblo entero las culpa y acosa, mientras ellas no comprenden nada de lo que ha pasado.
Hablemos primero de los creadores de esta serie, Agustín Martínez y Carlos Montero. Agustín, guionista y escritor de novela negra, ha sido también autor y productor de las dos entregas de La Caza… Monteperdido y Tramuntana. Serie de TVE de thriller psicológico policial que tuvo bastante buena recepción entre público y crítica. Carlos por su parte tiene un bagaje más extenso en la realización de series y ha sido el showrunner de productos como Física o Química, Élite o El Desorden que dejas.
Este dupla elegida, al menos a priori, parece perfecta para contar esta historia que transita entre ambas vertientes. Y es que Feria: La luz más oscura tiene todo eso y más. Es una serie en la que los adolescentes tienen mucho peso, tanto es así que las dos protagonistas lo son. Esto no quiere decir que sea una serie juvenil, ya que hay un gran elenco de actores de todas las edades, y todos tienen su peso en la historia, como iremos viendo según avanzan los episodios. Hay una investigación policial, central en la trama. Pero también es una historia de terror, con sectas demoníacas, reyes del infierno y algún que otro monstruito… Todo ello sin pudor alguno en mostrar de forma explícita sangre, gore y desnudos.
El reparto no es para tirar cohetes, aun así, creo que en líneas generales, se pueden llevar todos al menos el aprobado. Las dos caras más reconocibles son las de Marta Nieto (Madre de Rodrigo Sorogoyen) en el papel de madre de las niñas y Patricia López Arnaiz (ganadora del Goya por Ane), que encarna a la detective de la policía encargada de llevar el caso de las 23 muertes. Las dos niñas cumplen sobradamente, a mi entender, con los papeles de mayor peso de la serie. Si tengo que poner un negativo en tema actuaciones sería para Isak Férriz, al que encuentro casi siempre un poco fuera de punto en la mayoría de las escenas. Será cosa mía, pero en ocasiones, me parecía estar viendo actuar al humorista Raúl Cimas.
Como esta es una crítica sin spoilers no voy a contar nada más de la trama, que me gustaría porque hay momentos bastante potentes. Lo que sí voy a decir es que va de menos a más y que te vas enganchando mucho al misterio que rodea al pueblo de Feria. Puede tener unos primeros capítulos (sin contar el piloto) en los que parece que no se avanza mucho en la trama, pero el final de temporada deja el listón bastante alto y con unas ganas increíbles de ver cómo continua. Aún no se ha confirmado la segunda temporada de forma oficial por Netflix, pero me consta que al menos el guion está ya muy avanzado.
En resumen, esta Feria: La luz más oscura es una de esas series necesarias para el panorama de género terror y sobrenatural en nuestro país. Se puede convertir en todo un éxito, aún con sus carencias, pero es que es un producto muy disfrutable, bastante imaginativo y con un aspecto técnico de calidad.