Cuando parecía que Gran Torino sería la despedida de Clint Eastwood de la interpretación, este año nos regala Mula. «La leyenda» vuelve siete años después de su última aparición como actor en la gran pantalla, desde la película Golpe de efecto.
Resulta curioso el cambio de registro en el personaje protagonista desde aquel peliculón de 2008, donde encarnaba a un veterano de la guerra de Corea jubilado, que se dedicaba a cuidar de su coche, un Gran Torino del año 72. Un tipo que vivía solo y que tenía malas pulgas, no le gustaba que nadie le molestara. En cambio en Mula, a pesar de que el protagonista también es anciano y vive solo, su carácter es totalmente opuesto, más amable, con sentido del humor y ganas de complacer a los demás.
Eastwood interpreta de nuevo a un veterano de la guerra de Corea llamado Earl Stone. Un anciano de 90 años que se dedica a la horticultura y que disfruta de los bailes en su Centro de veteranos. El problema llega cuando el dinero empieza a escasear debido a los cambios tecnológicos en su profesión a los que no se ha adaptado.
Este hombre se ha pasado la vida en la carretera viajando por todo Estados Unidos disfrutando de la conducción con su vieja camioneta. Cuando le proponen llevar cierto cargamento por una suma interesante de dinero no se lo piensa y acepta el trato. Pronto se verá inmerso en el negocio de la droga, metido en las actividades de un cártel mexicano.
Pero, ¿qué hace interesante a este personaje para que el mismísimo Clint Eastwood se haya interesado en él? Está claro que la edad era un punto importante. Vemos a un Eastwood bastante mayor (88 años), uno que hará sentir un poco de nostalgia a todos los que hemos visto sus películas, así como de noción del paso del tiempo en nuestras vidas. Así, Eastwood se puede sentir totalmente identificado con el momento de la vejez que vive su personaje protagonista.
El otro punto y seguramente el que lleva al personaje a tomar las decisiones que toma, incluso por encima de sus problemas económicos, es la familia. Es un tema recurrente en los últimos proyectos del actor. Earl se ha dedicado demasiado tiempo a las flores y ha descuidado a su mujer y a su hija, quienes no le perdonan ahora y no quieren tener contacto alguno con él.
Pero este personaje guarda su mayor virtud para que los espectadores y su familia tengan la oportunidad de disfrutar de su compañía a pesar de lo tarde que llega. No es otra que su sentido del humor. No veréis a Eastwood en otra película como en esta. La forma en que este hombre encara sus últimos años de vida son un aprendizaje para los demás. Cuando se da cuenta de los errores que ha cometido a lo largo de los años; decide poner su positivismo y ganas de vivir al servicio de los demás.
Eastwood está feliz, se divierte e intenta que los demás disfruten de su compañía y de los momentos buenos de la vida. Todo se lo toma de una manera constructiva. Y si aparecen problemas los intenta resolver de manera amable y ayudando en todo lo que puede. Su interpretación es enternecedora y divertidísima.
Mula tiene sus momentos dramáticos y tensos por supuesto. Para la parte familiar podemos acercarnos al drama que vemos en Million Dollar Baby. Y para la parte de la «road movie», con los viajes para hacer la entrega de la droga, tenemos los momentos humorísticos con los narcotraficantes, así como los momentos de thriller con los peligros de la policía y los investigadores de la DEA.
No os perdáis a Eastwood bailando, sin filtro alguno, agarrado a mujeres despampanantes o haciendo amistades entre los «currantes» del cártel, y perdiéndose en tutoriales sobre el funcionamiento de los móviles.
Si tenemos que ponerle pegas a una película con una dirección, fotografía y banda sonora sobrias y bien ejecutadas… tendríamos que hablar de una historia algo básica y sin grandes sorpresas. Digamos que lo que va a ocurrir más o menos lo hemos visto ya en otras cintas, lo cual no hace que se disfrute menos, pero sí que sorprenda lo justo.
Quizás la parte más floja es la investigación y seguimiento que hace la DEA de las acciones del cártel. En esta tenemos a Bradley Cooper y Michael Peña realizando la operación encubierta con sus infiltrados en la organización; y no resulta especialmente interesante.
Si queréis disfrutar de una buena película, Mula es la elección perfecta. Asistiréis al que puede ser el último trabajo como actor de Clint Eastwood con un papel algo diferente a lo acostumbrado y que hará las delicias de los que nos consideramos fans de esta leyenda del cine. Una historia sobre la vejez y la redención familiar.
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