Trump y su «post verdad» han puesto en boga a Orwell. 1984 está de actualidad y, después de ser nº1 en ventas de librerías, vuelve a los cines de EEUU.
George Orwell nunca hubiera imaginado que su novela llegaría tan lejos. O quizás sí, y por eso nos dejó una obra tan necesaria en la literatura como 1984. Quizás Orwell pensó que efectivamente, los totalitarismos del s.XX en los que se inspiró, debían ser expuestos a un futuro distópico para hacernos reflexionar. El problema está en que por lo visto, hay mucha gente a la que no le hicieron reflexionar en su día. Y esa gente ha convertido el pasado, o ese ambiente futurista y distópico, en una realidad presente.
Es por eso que la novela de Orwell es tan actual. Pasó en 2013 con las revelaciones sobre el espionaje de EEUU que realizó Snowden: 1984 se convirtió en bestseller. Desde la entrada de Trump en el poder, las ventas se han incrementado un 10.000% y se encuentra entre los libros más vendidos en Amazon. La gente quiere leer al mito para comprender al hombre.
Los paralelismos entre 1984 y la realidad
En la novela, el protagonista Winston Smith trabajaba en el Ministerio de la Verdad. Ese ministerio era el encargado de decidir lo verdadero y lo falso. Por lo tanto, era el Estado el que decidía cómo debían de considerarse los hechos. Resulta aterrador comprobar como algo tan impensable está pasando en realidad. Kellyanne Conway, la que ha sido jefa de campaña y consejera de Trump ha acuñado el concepto de «hechos alternativos«. Bajo este concepto se toman la libertad de negar hechos para asegurar otros que al presidente le convienen.
“El retrato de Orwell de un gobierno que fabrica sus propios hechos, exige obediencia total y demoniza a los enemigos externos nunca ha estado más vigente”
Por esto y por lo que se teme que vendrá, el colectivo United States of Cinema se ha propuesto su particular protesta. El 4 de abril, día en el que el protagonista de la novela desafía al Gran Hermano, se reestrenará 1984 en los cines Alamo Drafthouse, IFC Center y Film Society of Lincoln Center. El colectivo de cineastas anunciaba en un comunicado que lo hacen con el propósito de “defender los valores básicos de la libertad de expresión, el respeto al prójimo y la verdad sencilla de que no existe tal cosa como los ‘hechos alternativos”.
Para los estadounidenses será una gozada volver a disfrutar de 1984 y quizás sea una experiencia reflexiva para la ciudadanía. Una iniciativa que podría convertirse en un ejemplo para países del resto del mundo. Desgraciadamente, la «post verdad» no se reserva solamente a Trump. ¿Es posible que España se pueda sumar a la iniciativa? ¿Creéis que veremos 1984 en nuestros cines?