A24, uno de los estudios referenciales para los amantes del Séptimo Arte, vuelve a la gran pantalla con X, una apuesta por el slasher a través de las manos del director Ti West, usual del género, quien dirigió The House Of The Devil (2009) o The Sacrament (2013).
X es la nueva película del director Ti West y la productora/distribuidora A24, quien en este caso apuesta por el slasher y los Años 70 para intentar hacerse un hueco en la taquilla, cada vez más complicada y repleta de grandes nombres pegándose batacazos cada fin de semana.
¿Qué es lo que diferencia a X de otros filmes y de otros slasher?
Un apartado visual atractivo, estético y centrado en el componente artístico y el orden en la composición de colores. Normalmente, en el género suelen abundar propuestas flojas en este término, e incluso algunos directores se inclinan por ser feos en esto para acercarse más a la estética de la Serie B. En lo personal estoy totalmente en contra de esto, y aplaudo la decisión del equipo por lograr una estética visual que nos sumerja en los Años 70, no desde un punto de vista más compositivo o formal, si no de un estilo que resulte estético al espectador, respetando aspectos como ‘el grano’ característico de la época o la ya citada composición de colores. Lo que le da un buen empaque. Esto, además, sumado a los 4:3 de Aspect Ratio para ensuciar más la imagen y encerrar al espectador dentro de la pesadilla.
¿Cuál es el problema?
X intenta huir de tal manera de algunos clichés de puesta en escena y visuales del género, que el resultado, más que sobrio, no sabe a nada. Como se ha mencionado, el filme tiene un resultado visual estético, pero el trabajo de cámara es la mayoría de veces, soso e incluso reiterativo en más de una ocasión, por ejemplo en el uso de los cenitales. Mi sensación es la de que Ti West quería explorar una manera diferente de abordar el género, pero que, o no la trabajó lo suficiente o que, simplemente, no es lo que mejor se le da. Esta apuesta hace que el filme, al menos, refuerce su carácter de pieza pequeña, secreta y oculta, dejando que la imagen respire y estemos ahí, como espectadores de lujo, más dentro del horror y menos de un espectáculo al uso, pero que por su concepción como tal, no termina de funcionar ni de aportarle a la película un tono más atrayente.



También, algunas decisiones de guion son controvertidas; especialmente una con la que concluye la trama. La película hace algo con lo que pretende romperla junto a su propio lenguaje, pero que termina tan sorprendente y, sobre todo, forzado, que el resultado se inclina más por el de una estupefacción molesta que a una sorpresa que engancha.
No todo es negativo
Pero, a pesar de lo escrito, X hace bien una cosa: lograr que los villanos impacten y nos den Terror. Y esto, de hecho, es una de las cosas que más engancha de la propuesta, lograr que los asesinos nos claven a la butaca en cada aparición. Siendo en este caso por varias razones, como una caracterización que funciona respecto a la intención que engloba, concretamente, uno de los villanos y, además, por reforzar el guion de una reflexión que viene por la curiosidad de conocer que hay detrás de su figura, consiguiendo que, pese a que el debate sea manido y no un tema que nos sorprenda, lleguemos a reflexionar sobre algo de la vida en sí.
Para terminar, X es una propuesta sólida dentro del género y como película; que, si bien no hablamos del jardín de las maravillas dentro de su corriente, consigue entretener y enganchar gracias a una serie de aciertos relacionados con la construcción de los personajes, la propia trama en sí y la figura del villano. Podría ser mejor película, sí, pero lo que hay cumple para justificar su visionado y disfrute.