Burbuja es la nueva película de Tetsuro Araki realizada con WIT Studios y Netflix para presentarnos una libre adaptación de la clásica historia de la sirenita

Es inevitable comenzar estas líneas sin nombrar la más que conocida figura de Tetsuro Araki en el mundo de la animación, y más concretamente del anime. El director, que debutó en este cargo allá por el 2005, ha firmado las adaptaciones de manga a anime de las tan afamadas Death Note, Ataque a los titanes y Highschool of the Dead, entre otras series. Un currículum que ya quisiera más de uno y que da confianza y seguridad a la hora de ponerse con una película o serie suya. Ahora, el habitual de la productora Madhouse, ha presentado a través de la plataforma Netflix su última película, Burbuja, que no se ha de confundir con la película estrenada el mismo mes en la plataforma y que está dirigida por Judd Apatow.

Haciendo un pequeño inciso, la sinopsis reza lo siguiente: Nos encontramos con una ciudad de Tokyo inundada, aislada y repleta de burbujas provenientes del espacio exterior. Dentro de este ambiente, una serie de jóvenes desarrollan sus particulares juegos al más estilo parkour, hasta la aparición de una misteriosa chica llamada Uta.

Burbuja

Pues bien, este parque de juegos, que es Tokyo, es el escenario donde Araki y los guionistas de Burbuja hacen un batiburrillo de ideas un tanto inconexas. Por un lado tenemos el parkour que hace por momentos de motor que mueve la acción de la película, por otro tenemos la historia de la sirenita, la original, la de Hans Christian Andersen, que actúa como eje central y por último, tenemos una serie de personajes que no vienen a cuento, todo esto con un mensaje que gira también entorno a las espirales, sí, las espirales.

La interrelación de estos tres temas, o aspectos, termina desembocando en una historia sin alma, curiosa al principio, pues no sabes la dirección que va a tomar, pero sin más alicientes. Por hacer un símil, digamos que es como un coctel descafeinado. Por lo que por esta parte, alguien como Araki termina decepcionando. Así que como consejo, mejor ir con pocas expectativas. Si bien lo anteriormente dicho puede desasosegar, como punto a favor decir que la parte final de la trama es algo distinta a las clásicas películas de anime que tocan las relaciones sentimentales de los adolescentes japoneses.

Ahora bien, dejando de lado el tema de la trama, que probablemente sea lo peor de la película, mal me pese, el otro aliciente por el que puede atraer Burbuja es la animación. Pero, ¡ay!, otro traspié más a sumar a la lista. La película emplea dos tipos de animación muy bien diferenciadas, por un lado tenemos la animación que se emplea para los momentos de acción, que no son pocos y que bien es sabido este tipo de animación conlleva mucho más trabajo, y por otro está la animación para los momentos fijos y planos cercanos, en la que se puede detallar mucho mejor cualquier aspecto de la imagen.

Burbuja

La diferencia entre ambas animaciones es abismal, notándose una mayor dejadez en los momentos de acción, sobre todo cuando la cámara persigue a los personajes en sus múltiples piruetas, mientras que en los momentos pausados aparece la animación al más puro estilo Makoto Shinkai, un casi hiperrealismo que apenas concuerda con los momentos de parkour, dando la impresión de estar viendo casi dos obras distintas. Además, estos tipos de animación enlazan perfectamente con dos de los temas principales, el parkour, como es lógico con las escenas de acción, y la sirenita con los momentos pausados, haciéndose más difícil poder relacionar ambos temas. Eso sí, tiene momentos visuales que pueden dejar con la boca abierta, pero son aislados y escasos.

Como aspecto más destacable, aunque tampoco perdurable en la memoria, tenemos la banda sonora de Hiroyuki Sawano, la cual destaca por encima del resto de elementos que componen la película, algo que tampoco es muy difícil.

En definitiva, y sin alargar más esto, Burbuja es un tropiezo en la carrera de Araki, una película que no saber lo que realmente quiere contar derivando en una hora y media un tanto larga y pesada. Aun así, seguiremos esperando la próxima obra del director, deseando que enmiende este error.