El todopoderoso Thanos ha despertado con la promesa de arrasar con todo a su paso, portando el Guantelete del Infinito, que le confiere un poder incalculable. Los únicos capaces de pararle los pies son los Vengadores y el resto de superhéroes de la galaxia, que deberán estar dispuestos a sacrificarlo todo por un bien mayor
¿Saben ustedes lectores qué es la felicidad? ¿La han llegado a saborear alguna vez? Una vez lo hagan ya no querrán volver al pasado, sentirán hervir la emoción dentro de su pecho y yo acabo de hacerlo, por fin una película de Marvel me ha dado lo que quería, con Vengadores: Infinity War solo puedo dar las gracias.
Con estas palabras no estoy diciendo que sea la película de superhéroes definitiva o la mejor dentro del MCU, si hacemos retrospectiva posiblemente encontremos algunas que argumentalmente estén mejor estructuradas, que tenga personajes más trabajados, momentos de mayor epicidad… Pero una cosa está clara, con 18 películas en estos 10 años, Marvel y Disney nos han preparado para este momento, nos han preparado para la llegada de Thanos, y éste lo hace por la puerta grande.



Los hermanos Russo tenían una tarea titánica y no solo por traer al Titán loco Thanos, si no por la aglomeración de superhéroes que tenían en cartera. Crear una historia donde apareciesen la gran mayoría de personajes ya presentados en las anteriores entregas y crear un nexo que amarrara bien la historia parecía complicado, se consigue en gran medida, aunque el mayor escollo a superar estuvo (sorprendentemente) en la vida real, administrar y organizar las agendas de los actores fue uno de los mayores contratiempos que tuvo el rodaje, quiero pensar que tener dos directores en vez de uno ayudó a compaginar tal maraña de horarios. Por otra parte la lucha de egos ¿Que personaje poner como principal o darle mayor protagonismo? También lo suplen perfectamente dándole su momento a todos los que aparecen en el film pero centrándose principalmente en uno en concreto, Thanos.



Vengadores: Infinity War tiene nombre propio, el villano que hemos estado viendo a cuenta gotas y que perseguía las gemas del infinito se merienda la pantalla cada vez que hace presencia, su grandilocuencia es tan sublime que deja a la altura del betún a cualquier villano conocido anteriormente en las 18 películas, es tal el poder de este portento de la naturaleza que ya en la primera escena vemos hincar la rodilla ante él, a uno de los superheroes más poderosos. Josh Brolin borda el papel y junto a un gran CGI vemos una mole que arrasa por donde pisa, un destructor, un acorazado o cualquier símil de la máquina de guerra más letal, ese es Thanos, un genocida, un nihilista megalómano, el personaje más desconocido de los que sabíamos su existencia y que ya, por fin, descubrimos su personalidad y sus motivaciones. Es tal el punto de empatizar con este personaje, que incluso llegamos a comprender e incluso casi apoyar su loco cometido, todos sus momentos son estelares, llevaba mucho tiempo esperando este momento y vaya si lo ha aprovechado.
Vengadores: Infinity War es épica, emocionante, espectacular y lo que se nos prometió, simplemente toca aplaudir y rendirse ante el evento del año.
Por parte de los héroes tenemos la relevancia dividida, pero llevando la batuta como siempre Robert Downey Jr y su estupenda actuación como Tony Stark, teniendo éste y Spiderman uno de los momentos de mayor encogimiento del corazón. Capitán América y Thor tienen sus momentos estelares, siendo el de Thor uno de los más épicos, porque si algo tiene esta película es epicidad (en algún medio decían que carecía de ella, no se qué película habrán visto ellos ¿Mery Poppins?) y todos los héroes tienen mínimo su pequeño minuto de gloria. Algo que me causaba dudas era si la integración de los Guardianes de la Galaxia y su carismático humor iban a encajar con el resto, pero tanto el humor como los personajes digitales de Rocket Raccon y Groot en la tierra no desentonan nada.
Joel y Anthony Russo crean una historia a base de subtramas, la acción se localiza en diferentes lugares y quizás éste sea uno de los puntos más flojos de la cinta, llevar a los personajes dispersados resta, los saltos de escenario confunden y sacan por instantes al espectador. Tenemos un primer tramo de película sin pausa para inhalar aire, una vorágine de acción y emociones sin parangón, cada vez que aparece uno de los héroes se oía un murmullo en la sala, para pasar al jolgorio cuando uno de estos era de los importantes y más carismáticos. El segundo tramo es más pausado y lleno de sentimentalismo, donde vemos una faceta poco vista en un villano, efectiva a mi juicio pero que frena en seco la velocidad de crucero que llevaba el largometraje. Porque Vengadores: Infinity War es como un fórmula 1, hace una salida majestuosa mostrando su poderío pero tiene que parar en boxes al haber desgastado sus neumáticos, una vez repuesto las ruedas vuelve a acelerar de 0 a 100 km/h en 3 segundos y nos da un tercer y último tramo de película como pocos en los últimos años, te quedarás sin aliento, el mejor final en una película de superhéroes sin lugar a dudas.
Uno de los puntos que se temía que se volviese a caer, era en el humor desmesurado y simplón que estaba presente con la fuerza de un tifón en esta Fase 3, y que a un servidor le cansaba y sacaba de sus casillas. Aquí seguimos teniendo humor en grandes dosis, pero comedido y utilizado con acierto dentro de su contexto. Eso ayuda a descansar porque el film tiene momentos muy duros, esta película es más oscura y cruda que anteriores entregas. No recomiendo llevar a niños de corta edad, en la sala habían varios y en las escenas más duras preguntaban con un nudo en la garganta a sus padres si lo que acababan de ver era real, por que les rompía el corazón.
Vengadores: Infinity War no es la película definitiva de superhéroes, pero se acerca, así como en los cómics teníamos macro eventos, digamos que en el universo cinematográfico este sería el macro evento, 2 horas y 30 minutos de entretenimiento puro y duro, simplemente sentarse en la butaca y disfrutar con los hermanos Russo y su grandiosa habilidad para crear escenas de acción, nos ofrecen todas y cada una de las escenas de acción de una calidad sobresaliente, ni una escena baja el listón, todas son espectaculares. Como manejan el tempo, las coreografías, los planos… Estos directores venían de la comedia, sí señores, venían de series televisivas y han demostrado unas dotes para este tipo de películas para quitarse el sombrero.
Kevin Feige (CEO de Marvel Studios) ha sabido llevar a la perfección el universo Marvel para llegar hasta aquí, una labor encomiable a la que solo ponemos como contra punto que amarre esos excesos de humor en sus películas, que lo poco gusta pero lo mucho cansa. Mención también para el compositor Alan Silvestri que vuelve a ponernos la piel de gallina con la melodía más representativa del MCU.
En definitiva y como denotan mis palabras, he salido de la sala con una sonrisa increíble, ver a Thanos en su plena gloria es todo un lujo, queríamos que repartiera estopa, que estos creciditos héroes sudaran sangre y vaya si lo han conseguido, hasta los esbirros del titán son duros adversarios, gran labor de los guionistas Stephen McFeely y Christopher Markus. Vengadores: Infinity War se coloca muy alto en el Olimpo de las mejores películas de superhéroes y luchando por méritos propios por el número 1 en el universo cinematográfico de Marvel.
Pros: Thanos, momentos de gran epicidad, interacción entre personajes, las escenas de acción, la banda sonora, el final.
Contras: Al haber tantas tramas el espectador se puede perder o desconectar cuando toca una trama menos interesante, pequeños bajones de ritmo a mitad de película, algún chascarrillo que es innecesario, la falta de algún personaje que no se explica su ausencia.
Nota final: DC se tiene que estar mordiendo las uñas.