En estos momentos de aislamiento social no está de más recordar lo que ya no tenemos a mano. Habiendo perdido la libertad para entablar relaciones sin redes sociales de mediadoras, olvidamos lo infructuoso y frustrante que puede llegar a ser la interacción humana. Pero aquí está Filmin para que nos olvidemos de ello: hacemos la crítica de la serie Pure (2019). Una historia sobre la superación personal más íntima, y no sexualmente hablando, aunque también. Todo ello contenido en una serie de 6 capítulos de alrededor de 40 minutos de duración, cada uno. Esta serie promete un viaje en retrospectiva por los trastornos de la ansiedad, salpicados con los toques de humor propios de lo cotidiano, y lo más bizarro y desagradable del sexo explícito.
Si queremos hacer una crítica de Pure, debemos comenzar por lo que ofrece: abrir la cáscara social y explorar el mundo de las relaciones personales desde el punto de vista crudo de una joven protagonista. Los primeros planos, que abundan en cada capítulo, se usan de forma exquisita, ya que es complicado explicar lo que nos consiguen transmitir: una escena cómica convertida en aterradora, un chiste hecho drama, una vida de una joven llena de potencial abocada al fracaso personal.
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Sin recurrir a explicaciones más profundas de la trama, se puede decir que el trabajo de fotografía (Mattias Nyberg y Ben Todd) y dirección (Alicia MacDonald y Aneil Karia) están muy bien hilados. Se agradece que la actriz protagonista (Charly Clive) sepa transmitir lo que pide la escena. En esta serie, el uso de los planos nos cuenta mucho durante los silencios de guion (Rose Cartwright y Kirstie Swain). Los sentimientos expresados desde el punto de vista que interesa transmitir. La verdadera forma de llegar al espectador a través de la mirada de sus personajes y el ritmo de las escenas.
Por otro lado, y pensando en el apartado sonoro, es impresionante la capacidad de empastar las escenas con la música (Julia Holter). En ocasiones diegética, pero sin que la escena se jacte de ello. Se agradece la naturalidad y elegancia con la que está llevado el trabajo de la banda sonora, que sin ser memorable, no aparta el foco de la acción principal. Siendo esta una serie que entra por la vista y los sentimientos, ayudada por la naturalidad de su ambientación musical.
Conclusión
Para terminar con la crítica de Pure, en síntesis, la respuesta que estás buscando es: Sí, tienes que ver esta serie, o al menos, darle una oportunidad. Que no te eche para atrás la premisa inicial, ya que la historia, aunque orbita esta temática sexual no es el foco inicial de la narrativa. La construcción del personaje principal es lo más pulcro y visceral que podemos encontrar en este formato de serie. En muy poco tiempo conseguimos empatizar con su protagonista y conectar con el inicio de la historia. Una historia que conecta muy bien con aspectos de nuestra propia vida y destruye estigmas insospechados. Y a ustedes, ¿qué os ha parecido la serie?