Crítica de The Late Bloomer (2016): ¿Por qué nos hacéis esto?

Late Bloomer

Año: 2016 | Dirección: Kevin Pollak | Producción: Eclectic Pictures, Ineffable Pictures | Guión: Kyle Cooper, Paul A. Kapla, Joe Nussbaum, Gary Rosen, Mark Torgove (Novela: Ken Baker) | Reparto: Johnny Simmons, Brittany Snow, J.K. Simmons, Maria Bello, Paul Wesley, Jane Lynch, Blake Cooper, Samm Levine, Kumail Nanjiani, Sam Robards, Charlotte McKinney, Lauren Shaw, Kate Connor, Beck Bennett, Madison Nakayama | Género: Comedia Romántica | Duración: 94 minutos.

Diciembre, viernes por la noche. Unos amigos me llaman para ver una película de risa y echar un buen rato. Total, nada puede salir mal, aquella televisión nos ha bendecido con joyas ‘de los amigos’ como American Pie, Súper Salidos o Virgen a los 40. 94 minutos después y unos sudores fríos acompañados de risas intermitentes han cambiado el cuento. Y vaya que si lo han cambiado.

Normalmente cuando nos enfrentamos a una comedia romántica sabemos a lo que venimos, es decir, personajes más planos que una tabla de planchar, guion predecible desde el minuto uno y oportunos golpes de humor que sobresalen entre la ingente cantidad de comentarios absurdos y presuntas genialidades de los escritores -remarco el presuntas-. The Late Bloomer no podía ser menos y nos presenta una historia de lo más simple que contiene un matiz que la diferencia del resto PARA MAL.

Late Bloomer (01)

Porque sí, señores, la ida de olla del guion no tiene perdón de Dios, Jesucristo o la Virgen María. Os resumo: después de 20 minutos de película en los que hemos conocido los personajes y las relaciones entre ellos -no hay chicha por donde agarrar en ningún lado-, creemos saber el camino que seguirá el filme y cómo acabará -de la forma más evidente posible, claro está-, HASTA QUE un desafortunado balonazo en los huevos a velocidad negativa impacta sobre el protagonista y lo lleva directo al hospital con otro golpe en la cabeza. Estos americanos, que son más exagerados que un estreno de Disney, le realizan toda clase de pruebas para determinar la gravedad del asunto -por supuesto él se encuentra perfectamente, pero da igual- y certificar que el protagonista, ATENCIÓN, TIENE UN TUMOR EN LA GLÁNDULA PITUITARIA QUE LE HA IMPEDIDO DESARROLLAR LA ‘PUBERTAD’. Arreando que es gerundio, la película ahondará en las diversas etapas de este período con un humor rocambolesco que agrada en situaciones MUY puntuales.

Vale, reconozco que los comportamientos del protagonista durante los primeros compases invitaban a pensar sobre su precaria situación amorosa con las mujeres, pero en ningún momento pensamos lo anteriormente dicho. Kyle Cooper, Paul A. Kapla, Joe Nussbaum, Gary Rosen, Mark Torgove o el escritor Ken Baker (que hizo esta presunta novela), ¿a quién se le ocurrió esta brillante idea? Me hubiera encantado ver la cara de estupefacción del creador mientras le decía a los demás: ¡LO TENGO! y el resto aplaudían sonrientes y llameantes ante la monstruosidad de guion que estaban montando. Impresionante.

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En cuanto a las actuaciones, duele ver a J.K Simmons tras su papel en Whiplash realizar una interpretación tan pobre y tan lamentable en pantalla. Puedo admitir que lo haya hecho por dinero, pero no creo que un actor de esta índole necesite aparecer leyendo un periódico donde pone en grande y primer plano ‘DEPORTES’, para que luego sea su mujer la que diga ‘A ti es que te gustan los deportes’ JODER NOS HABÍAMOS DADO CUENTA, el periódico había estado 20 segundos en Primer Plano ocultando la cara de Simmons. De verdad, bochornoso. 


En definitiva, una mala película con un final predecible desde que se destapa el meollo del asunto y unas actuaciones para el olvido junto con su humor, que trata como estúpido al espectador intentando hacerlo reír con alusiones constantes al sexo. Kevin Pollak, tienes fácil superar esto. Ni para los amigos.