Pedro Almodóvar regresa a las salas con La Voz Humana, un cortometraje, que condensa gran parte de su estilo en 30 ágiles minutos.
Tras haber sufrido un pequeño bache en su carrera, Pedro Almodóvar supo reencontrarse y conectar con el público con su última película, Dolor Y Gloria, la cuál le valió para triunfar en los Goya y quedarse con la miel en los labios en los Óscar, superado por un fenómeno como Parásitos. Ahora, en plena pandemia, el director regresa con las pilas cargadas y nos trae algo diferente y arriesgado, La Voz Humana, un cortometraje, rodado en inglés y con voluntad de ser un experimento donde ha querido sentirse libre y dejar volar su estilo.
El cortometraje nos presenta a una mujer que pasa el tiempo mirando las maletas de su ex-amante, quien la abandona para contraer matrimonio con otra mujer. Durante tres días, la mujer solo sale a la calle una vez: para comprar un hacha y una lata de gasolina.
La Voz Humana vendría a ser un resumen de los rasgos más representativos de Almodóvar, condensados en 30 minutos. El director ha dejado volar su imaginación y nos presenta a una Tilda Swinton bajo la piel de un personaje despechado, valiente y con deseo de tomar las riendas. Para ello, ha adaptado el texto de Jean Cocteau y lo ha adornado con una actriz bien llevada, una cámara ágil sin miedo a arriesgar y un diseño de producción tan exclusivo como elegante. Sorprende porque la casa donde ocurre el grueso de la historia recuerda a la del personaje de Salvador Mallo, el protagonista de Dolor y Gloria, dejando al corto una estela de transcurrir en la misma realidad que la de su último trabajo, pese a ser o no intencionado.
He leído que, para algunxs, La Voz Humana representa una experimento y una pieza menor dentro de la filmografía de Almodóvar; Una rara avis para narrar cosas que no se podrían en un largometraje. Personalmente no estoy de acuerdo. Todas las obras de un director que lleva la autoría por bandera tienen cabida dentro del grueso de su historia, y de buenas espero que este cortometraje se vea reflejado, de alguna forma, en el futuro. Creo, más bien, que esta afirmación sirve para tapar los puntos flacos que pueda tener, a mi juicio más cercanos con guion que en materia audiovisual, donde José Luis Alcaine sigue haciendo una fotografía suave y natural, y Alberto Iglesias deslumbrando con su música.
Almodóvar lo ha dicho en entrevistas: La Voz Humana es, entre otras cosas, un experimento donde ha querido sentirse libre; y creo que debe valorarse como tal. El corto presenta cosas que no encajan tan frescas como deberían encajar y su resolución no es del todo original frente a la de otras piezas similares, tengo la sensación de que no ha desentonado frente al resto. Me falta algo que me sorprenda más, que me impacte, porque al final tengo el regusto de haber visto esto ya muchas veces.
Con todo, el cortometraje funciona y eso es en gran parte por la actuación de la gran Tilda Swinton, que adapta el tono del director como si lo llevara haciendo dos vidas y deja latente una vez más su enorme capacidad como intérprete.
En definitiva, La Voz Humana es una pieza arriesgada y un homenaje a los seguidores de Pedro Almodóvar. Una obra pequeña que condensa gran parte de su alma como director, su tono y su estilo, y que gustará a todos los que han venido siguiendo su trayectoria hasta la fecha.