El Experimento Fantasma es la primera apuesta por el cine de terror tailandés por parte de Netflix, o al menos la primera «original» de la plataforma que llega a nuestro país en la plataforma de streaming. Supone la quinta película (segunda en solitario) de su director Paween Purikitpanya, y seguramente la que con mayor presupuesto ha contado.
El Experimento Fantasma se centra en la amistad y la experimentación científica de 2 jóvenes amigos médicos que se conocen desde la infancia. Cierto día, presencian la aparición de un fantasma, lo que les lleva a empezar una investigación para intentar demostrar la existencia de la vida más allá de la muerte. Los primeros avances tardan en llegar, por lo que uno de los jóvenes decide cometer suicidio para volver del reino de los muertos y conseguir demostrar que los espectros existen y se habitan entre nosotros.



La película la podríamos dividir en 3 actos.
El primero tiene bastantes toques de humor y funciona bastante bien, apoyados en un buen montaje de tomas y una BSO acorde al tono. Me ha recordado al cine japonés de comedia de carácter ridículo o simplista. Sirve para presentar a los personajes y el dilema que les va a ocupar. Creo que funciona, sin ser una gran comedia, se hace interesante y divertida.
El segundo acto, luego de la muerte de uno de los amigos, es bastante serio, el drama se hace patente y cambia el tono de forma bastante abrupta. Me parece que es la parte más plana, y siendo la de mayor duración creo que lastra mucho la película, haciéndola harto tediosa. El personaje principal no ayuda mucho, ya que adolece de languidez por los cuatro costados.
El tercer acto es el único que tiene verdadero terror, en los dos anteriores las apariciones o sucesos paranormales son mínimos y no están dotados de atmósfera para que puedan transmitir algún tipo de miedo. La verdad, que después de ese segundo acto tan insulso, me ha sorprendido el cambio que hace de forma casi repentina, no solo en el tono, sino también en sus personajes. Tiene un par de escenas bastante logradas, con buenos efectos especiales y bastante mala baba. Inesperadamente el protagonista también parece que tenga algo de personalidad, y no solo eso, sino que se convierte en todo un científico loco capaz de cometer abusos sexuales en pos de su experimento.



El Experimento Fantasma, en lo que se refiere al apartado técnico está bastante correcto. El montaje, la fotografía, los movimientos de cámara, los efectos especiales, el apartado sonoro, todo está resuelto de forma profesional y se nota que había buen presupuesto detrás. Su director compartió labores de realización en las que creo son las películas de mayor difusión de terror tailandés, la saga Phobia (4BIA), obviando Shutter (2004), proyectada en la edición de 2005 de Sitges y de la que se hizo un remake EE. UU. en el año 2008.
En resumen, El Experimento Fantasma, es una película irregular, con bastantes cambios de tono y género, comenzando por comedia, pasando por drama y finalizando por terror. Su mayor fallo creo que está en la planificación y su mejor virtud se halla en ese último tramo de terror, que para muchos, seguramente, será insuficiente.
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