Hablamos de Titane, la poderosa Palma de Oro de Julia Ducournau, una de las películas mas celebradas por los cinéfilos en 2021.
El hype estaba por las nubes. Titane, la reciente Palma de Oro en el festival de Cannes, lleva meses en ese juego de ponerla en los altares por ciertos gurús de twitter, y servidor ha sido presa de esos cantos de sirena. Quizás vaya siendo hora de abrir ese melón de que cada semana salga una obra maestra, de esa magnificación de cualquier obra a punta de tweet, escrito directamente en los títulos de crédito finales.
Pero lo cierto es que Titane, arranca con mucha fuerza, y uno se sitúa ante ella asintiendo con la cabeza y pensado para sus adentros “ahora entiendo estas buenas palabras”. Como hice los deberes, me vi recientemente Crudo (2016), el debut de su directora hace tan solo unos años, y rápidamente, se ven paralelismos en su trama y su formalidad. Accidentes de coche como eje que inician la trama, un largo plano secuencia de brillante ejecución y audacia, en un entorno festivo -maravillosas esas fiestas de novatadas de Crudo- un sonido perfectamente integrado de la música diegética, o movimientos de cámara en apariencia agresivos, pero que realmente, son muy estilísticos y razonados. O, dicho de otra forma, un gran espectáculo.
Pero Titane, rápidamente se va apagando y alejando de esos códigos narrativos y visuales. Lo que había comenzado como un festival de cine fantástico, gore, sangriento – e incluso divertido – de cine marca de la casa Sitges, empieza a virar a una historia mucho mas tenue, sosegada y que requiere de ciertos saltos de fé por parte del espectador, que a muchas otras películas no se les otorgan.
Y no hablamos de asimilar elementos fantásticos o tomarlo como un drama realista. Hablamos de cuestiones en las que la directora pone mucho énfasis para ocultar, y que es imposible que sean ocultadas, o de sentir, que, a mitad de película, el vehículo que iba a 290 por hora, se ha empantanado en un lodo que no le permite ir a tanta velocidad. Y que esto no lleve a confusión, he disfrutado Titane, en algún que otro momento me ha maravillado, y es de esas películas que tienen un don para el entretenimiento, pero siento que no he encontrado la película que me han vendido. Titane es una extensión de Crudo, película que considero, tiene los mismos defectos y virtudes, pero en la que conseguí empatizar un poco más.
La importancia de los lazos familiares, -especialmente la conexión con el padre – es algo en común en ambas películas. Las dificultades a las que tiene que enfrentarse una mujer en el día a día, en forma de ataques verbales o físicos por partes de los hombres, también. O cuestiones referentes al sexo femenino, y sus peculiaridades biológicas, son elementos que la directora plasma en sus dos películas. Es evidente que para Julia Ducournau, estas películas constituyen un grito de lucha contra una realidad que considera opresora.
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Aunque esto, no es el eje central de sus películas, ni lo es en Titane. Cuando recibió el premio a mejor película en Cannes, lo recogió entre lágrimas, dando gracias por dejar entrar al monstruo. Todo el conflicto de la transexualidad o el transhumanismo, tiene un peso mayor en esta película, no considero que temáticamente lo lleve a los niveles que se le han presupuesto por parte de la prensa en los últimos meses.
Se utilizan muchas palabras como transgresora, radical o diferente, y no voy a negar que estos conceptos, como objeto de definir la premisa o el propio argumento de la obra, pueden ser acertados. Pero no encuentro esos adjetivos acertados si los intentamos aplicar a la formalidad de la película. Titane es una película narrativa, que en algunos momentos se escapa de la literalidad y ofrece hallazgos visuales muy estimulantes (como cierta escena de sexo en la noche), pero como ya he dicho anteriormente, la mayoría de estos corresponde a una primera parte de la película que si que me deja prendado. En se segunda parte, la película, de nuevo, en términos puramente cinematográficos, es mas “convencional”, dentro de la trampa que supone utilizar esta palabra con esta película.
El resultado final de Titane, es no me acaba maravillando. Me gusta, la disfruto, celebro que una película así gane en Cannes y de variedad a su palmarés, pero no encuentro ese gran hit del año que muchos se empeñan en destacar.