Olvida el espantoso título y un cartel que es auténtico veneno para la taquilla. Sevillanas de Brooklyn es una de las películas más graciosas, emotivas y disfrutables que hay en la cartelera.

Sevillanas de Brooklyn llega a los cines. Y no lo digo porque siendo yo un gaditano criado en Sevilla que vive en Madrid, me haya tocado la fibra volver a ver mi ciudad, que también… es que si fuera un siberiano criado en Tokyo y viviendo en Bogotá te estaría diciendo lo mismo.

Hay una cantinela que suelo repetir mucho y es que con el guion y los actores adecuados, lo único que tiene que hacer el director para resolver la película es no cagarla. Esta, como todas las sentencias de estilo cuñado, es matizable. En la comedia, por mucho que el guion sea desternillante y los actores cómicos natos, el director se la juega. Para contar la historia no puedes ceñirte al «plano de presentación, plano y contraplano» que te funcionaría en un drama. No digo tampoco que te tengas que volver loco con la cámara (que lo mismo así arruinas la comedia).

CARTELERA DE CINE 17 DE SEPTIEMBRE 2021

Es que en la comedia necesitas un «no sé qué» más para que el chiste funcione. Es saber distribuir bien los ritmos para que el punto gracioso esté exactamente donde tiene que estar, saber llevar a los actores al tono exacto que necesita la historia que estás contando y cómo la estás contando. Un diálogo puede ser desternillante sobre el papel, pero ahora hay que llevarlo a la pantalla y puede que el texto como tal no sea suficiente.

He visto ya varias películas de las que me he podido abstraer y entender que el guion funcionaba, pero que el director no ha sabido reflejar en movimiento la chispa que estaba escrita. Por poner dos ejemplos que he comentado en esta web, Ola de crímenes de Gracia Querejeta y Los 50 son los nuevos 30, de Valérie Lemercier no terminaron de funcionar porque sus directoras no tienen esa habilidad necesaria para la comedia.

Pero a lo que vamos… ¿La tiene Vicente Villanueva? Joder que si la tiene. La tiene toda. Navega todo el metraje entre la comedia y el melodrama con un equilibrio magistral Su único defecto es ponerle título a la película (cosa incomprensible de quien estuvo detrás de Mujeres del Hampa, título genial donde los haya). Fijaos si lo sabe hacer bien, que cuando ya ha mostrado todas las cartas sobre la mesa, sabes perfectamente cómo va a acabar la cosa. Y no sólo no le das importancia a que sea predecible, sino que estás deseando que ocurra.

Se suele explicar que uno de los resortes que nunca fallan para que funcione una trama cómica es colocar a dos personas diametralmente opuestas, que el espectador esté todo el tiempo deseando que estén juntas pero ir colocando trabas cada vez que eso vaya a ocurrir. Villanueva conoce esa fórmula a la perfección.

La otra gran baza de la película es su elenco. Aunque la protagonista es Carolina Yuste, quien se lleva la película de calle es Estefanía de los Santos. Esta es una actriz asentada sobre todo en el circuito cinematográfico andaluz y no tan conocida en el resto de España como debería. Pero ninguna pega sobre Yuste, pues tiene una presencia en pantalla que no le viene de ser guapa, le viene de ser magnética (ese ingrediente que no todas las guapas tienen y que es el material de las fieras de la pantalla)

La película ha tenido cierta polémica por incidir en los tópicos de los andaluces: De clase baja, sin cultura pero con gracia y salero. Me preguntarás que cómo es eso posible, si la película no se ha estrenado aún (y que, además, te puedo asegurar que no es así). Pues quien ha provocado esa sensación es el trailer. Porque sí, el trailer se suma al cartel y a su título al auto-boicot para que nadie vaya al cine a verla.

El caso: Sevillanas de Brooklyn me ha hecho reír, llorar y recomendársela a todo el mundo. Y eso lo dice (repito) un gaditano criado en Sevilla, así que ofensiva para los andaluces esta película te aseguro que es 0. De todos modos, señor Villanueva, que sé que me está leyendo… hacer películas se le da muy bien, eso nadie lo niega. Repase un poquito lo de poner títulos, encargar carteles y preparar los tráiler (¿tráileres?)… que su cine se merece que todos quieran ir a verlo.