Crítica de Hipócrates (2018) [Filmin]: Una medicina más realista.

Dirección: Thomas Lilti | Guión: Anais Carpita, Claude Le Pape, Julien Lilti, Thomas Lilti | Música: Alexandre Lier, Sylvain Ohrel, Nicolas Weil | Fotografía: Antoine Heberlé | Reparto: Anne Consigny, Eric Caravaca, Géraldine Nakache, Louise Bourgoin, Alice Belaïdi, Karim Leklou, Zacharie Chasseriaud, Oussama Kheddam.

Hipócrates

Hipócrates es la última incorporación al catálogo de Filmin, presentando una serie de médicos con un tratamiento más realista de lo que estamos acostumbrados. ¿Será esta la nueva Anatomía de Grey?

Hipócrates nace como una adaptación a la televisión de la exitosa película francesa del mismo nombre de 2014. De hecho, es el mismo director de la película, Thomas Lilti, quien se encuentra detrás de las cámaras de esta serie. La película recibió multitud de elogios y numerosas nominaciones a los César, con la serie siguiendo sus pasos, ya que ha recibido nominaciones y premios en un par de grandes festivales de series en Francia. Yo, sin embargo, disiento de estas buenas críticas.

Hipócrates

Hipócrates comienza con el primer día de tres residentes de medicina en el ala de medicina interna de un hospital. No es un primer día cualquiera, sin embargo, ya que la mayoría de los doctores y personal sanitario se encuentra en cuarentena durante 24 horas (aunque luego se vuelve indefinida) por un posible virus al que han estado expuestos. Ante esta situación, los tres residentes tienen que enfrentarse a sus nuevas responsabilidades sin apenas ayuda.

La serie tiene grandes fallos:

Uno de los grandes problemas que veo en Hipócrates son los cambios de ritmo. Estos cambios hacen que puedas estar viendo un episodio durante 30 minutos sin ningún interés, debido a que no pasa nada en pantalla, y que tras esto vengan 20 frenéticos minutos en los que no sabes si se van a morir todos los pacientes o si algún médico va a ser llevado a prisión. La serie tiene una buena trama con giros y momentos de tensión que, si se hubieran repartido correctamente a lo largo de los episodios, la habrían hecho muy fácil de ver.

Hippocrate

También hay ciertas incongruencias, como el hecho de que no dejan de repetir que están sobrepasados por la gente que llega al hospital, pero luego conocemos prácticamente a todos los pacientes y pueden tratarlos de sobra y con descansos. Tampoco entiendo la alternancia entre la seriedad del trato al paciente y el escándalo infantil en el que se convierte el hospital en las comidas. Llega hasta el punto en el cual tienen una ruleta donde puede tocar que dos médicos tengan que hacer el perrito en la cafetería si ambos hablan de medicina, y las habitaciones tienen multitud de dibujos sexualmente explícitos sin razón aparente.

Hipócrates

También tiene cosas buenas:

No todo es negativo, ya que los actores hacen un buen trabajo y la serie tiene unos valores de producción aceptables: realmente, una vez llevas un par de episodios, te habitúas al ritmo de la serie y empiezas a empatizar con los personajes (que están realmente bien escritos), te preocupas por los pacientes, las relaciones entre médicos, etc. La serie tiene fallos, pero una vez entras en su juego es fácil olvidarse de ellos y querer ver más de lo que pasa en este hospital francés.

Hippocrate

Entiendo por qué a la gente le puede haber gustado esta serie, yo mismo me he sorprendido queriendo ver un episodio tras otro cuando al principio me costó terminar el primero. Sin embargo, hoy en día hay mucha oferta de series de hospitales y creo que Hipócrates no sale bien parada si la comparamos con House, Anatomía de Grey, New Ámsterdam o The good doctor. Por otro lado, si ya has visto todas estas y quieres una serie más que devorar en 8 episodios, Hipócrates no es una mala opción.